El diestro francés Juan Bautista cortó las dos orejas y el rabo de un buen ejemplar de Guadalest, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, en una función en la que también salieron triunfadores Víctor Puerto y el mexicano Octavio García “El Payo”.

Se lidiaron seis toros de Guadalest, de presencia desigual, sospechosamente escobillados en su mayoría, muy justos de casta y fuerza, sin entrega. El mejor, el quinto, número 20, de nombre Quitasueño, al que se le concedió la vuelta al ruedo.
Víctor Puerto, oreja y oreja. Juan Bautista, silencio, y dos orejas y rabo. Octavio García “El Payo”, oreja y oreja.

La plaza registró tres cuartos de entrada en los tendidos.
FIRME Y DESPACIO

Tarde de toros en ambiente de quasi charanga y pandereta la vivida en Arenas de San Juan, donde se lidió una corrida bien presentada de carnes, pero no de pitones, con un primer toro; por ejemplo, que se asemejaba más a un ejemplar para lidia a caballo.
Además, adolecieron de casta brava y entrega en sus acometidas, lo cual no favoreció la consecución de un espectáculo lucido.

Hasta que saltó el quinto, un astado noble, no sobrado de casta ni de fuerza, cuyo fuelle fue dosificado por Bautista, quien lo toreó a placer por los dos pitones a media altura, con el colofón de una buena estocada entera recibiendo en los medios. Antes en su primero, apenas lo intentó.

”El Payo” anduvo en torero serio y despacioso toda la tarde, además de firme. En su primero se metió entre los pitones, literalmente, en la segunda tanda, mientras que al que cerró plaza lo condujo con altibajos, destacando la gran estocada cobrada al primer intento de la que salió prendido por el pecho, afortunadamente sin consecuencias.

Víctor Puerto, a pesar del triunfo también obtenido, quedó inédito frente a un lote muy deslucido. (Fotos: Cortesía de Emilio Méndez)