ARMANDO “Cobra” Santos fue una de tantas víctimas de las marchas que “partieron en dos la ciudad de México”, el día de ayer.

Santos, conquistador de tres cintos internacionales de peso mosca, llegó tarde al “Martes de Café” del Consejo Mundial de Boxeo, cuando casi todos los reporteros se habían marchado.

Al lado de su entrenador, Toño Jiménez, “La Cobra” mostraba una herida en el puente de la nariz, que atribuyó a un cabezazo.

Santos charló con ESTO sobre el empate que consiguió en una fragorosa batalla a 10 rounds de peso supermosca contra Javier “Chivero” Franco, el pasado sábado en Cancún.

“Me dediqué a presionar; él, en cierta forma, se dedicó a ir para atrás y amarrar. Estoy tranquilo, supe sacar a flote el compromiso ante un rival que era conocido por su aguante y su valor. Yo lo corté en la ceja derecha desde el primer asalto. Siempre que yo iba al intercambio, él se amarraba”, afirmó el púgil de 26 años que ha logrado las correas de la NABF, del USNBC e intercontinental de la FIB, en las 112 libras.

Jiménez intervino: “Dimos espectáculo, fue la mejor pelea. Franco salió a pelear, e incluso derribó una vez a Armando en una acción atropellada, pero luego se dedicó a correr, a sobrevivir. Cuando tumbó a Armando, Santos fue el que tuvo que irse sobre él”.

“La gente dijo que las mejores peleas fueron las del ‘Flaco’ Gonzalez y la mía”, estableció Santos, quien pelea bajo el sello de Canelo Promotions. “Fue una experiencia más y ahora voy a echarle más ganas para buscar ese campeonato mundial de peso mosca”.

El peleador indicó que ayer por la tarde acudiría a los servicios médicos de la ComBox del DF, para que el doctor Esteban Martos le atendiera su herida.

Un factor por el cual Jiménez considera que el desempeño de Santos no fue mejor, “es que tenía siete meses sin pelear. Además, estuvo vendado y calentando desde las seis de la tarde; le decían que su pelea era la que seguía, y subió casi a las 11 de la noche al ring”. (JLC)