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4, septiembre 2014 - 13:21

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POR DANIEL CHANONA
CORRESPONSAL

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, España.- Se agotaron con relativa prontitud cinco días de intenso baloncesto en el archipiélago canario.

Para la Selección Mexicana de la especialidad ha sido una experiencia indescriptible, además de inolvidable. Así lo exponen jugadores y cuerpo técnico.

Los dirigidos por Sergio Valdeolmillos presumirán que formaron parte del histórico combinado nacional del año 2014, que participó en la Copa Mundial tras de 40 años de asueto.

Lo que suceda contra Estados Unidos este sábado en Barcelona (9:00 horas/TCM) servirá de aprendizaje y menudo consuelo. Se llegó a los Octavos de Final.

Tropezar frente a la élite del basquetbol mundial supondría un tratamiento a las dolencias de México de cara a los Juegos Centroamericanos, Panamericanos y el Preolímpico. Copia al mejor, iguala al mejor, y supera al mejor. Premisa básica de la disciplina, en beneficio de su equilibrio en el país.

El Tri cumplió con la ruta esbozada: ganar dos y avanzar. Lo advirtieron su entrenador y el NBA Jorge Gutiérrez en su discurso. El cometido se resolvió, no con ligereza por la competitividad del Grupo D, donde Angola, por ejemplo, se jugó la vida. Qué más dio su eliminación, cuando inquietó a las potencias europeas.

AGRIDULCE BIENVENIDADA

Frente a Lituania, México dejó muy buenas sensaciones. Destino egoísta que ilustró prudencia en la cifra determinante de la reyerta. Tropezó 74-87, siendo irreverente y atrevido, pero no le bastó. Los del Viejo Continente libraron la partida a razón de la valía concedida por los años. Para el recuerdo la brillante actuación de Francisco Cruz, quien con 21 puntos se proclamó revelación.

Ante Eslovenia faltó aprenderles. Fueron mejores. En su tierra el baloncesto es una práctica que se expide con decencias. Por segundo encuentro consecutivo el tricolor perdió, 89-68. Por actitud, ni hablar. Férreo equipo que optó por la reivindicación midiéndose a Angola.

TODO O NADA

Con lo que tiene, y como quiso, México sumó en España. Prudente 55-79. Un “camaleónico” representativo africano se opacó enseguida del primer cuarto. Triunfo igual y contra los fantasmas del impensable tropiezo. Victoria de raza que se recordará, a su vez, por la finura de Héctor Hernández y el tesón de Ayón y compañía. La segunda ronda se divisó apenas, pero ya se distinguía a la distancia.

PRESUPUESTADA CAÍDA

Aron Baynes y Ryan Broekhoff estuvieron insoportables. Lideraron el triunfo de Australia 62-70. México recurrió al agrado, a divertirse, a pasarla bien para salir laureado, porque solo así recortaría distancias en el tablero. La escuadra “aussie” rompió el duelo en el tercer cuarto. A partir de entonces la historia se escribió en automático.

CON BOLETO EN MANO

Gustavo Ayón estuvo ausente por precaución. Una inflamación en su hombro izquierdo lo alejó contra Corea, aunque presenció el partido desde la banca. Exhibición sin demasiados contratiempos para el equipo mexicano, que adquirió su boleto a los Octavos de Final a un coste de 71-87 sobre el representativo asiático. Escenario que se tornó propicio para el debut del juvenil Israel Gutiérrez, derivando en la rotación total de la plantilla comandada por Sergio Valdeolmillos.

Porque propios y extraños auguran nuevos tiempos, porque los reclama de antaño el deporte ráfaga, porque sí se puede en territorio azteca.

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