POR OMAR PÉREZ D.
FOTOS: CORTESÍA CLUB PACHUCA

PACHUCA.- Tan pronto puso un pie en suelo mexicano, Diego Buonanotte corrió a Pachuca para estar puntual en su primer entrenamiento.
Ni las nueve horas de vuelo que duró su viaje desde España ni los efectos de la altura sobre el nivel del mar impidieron al argentino sumarse a los Tuzos.
La realidad es que estaba impaciente por cambiar de aires.
“La oportunidad de venir acá llegó en el momento justo; yo quería salir del club donde estaba, buscar un nuevo rumbo, y apareció el Pachuca”, comentó el flamante refuerzo blanquiazul, quien llega desde el Granada prestado por un año.
Eso explica en parte la sonrisa que utilizó como carta de presentación en la Universidad del Futbol.
Imposible ocultar el entusiasmo por este desafío.
“Ya estaba deseando llegar y conocer la institución porque me hablaron maravillas; esperaba este momento con mucha ansiedad, y cuando me preguntaron si estaba con ganas de venir a entrenar les dije que sí. Ya tenía ganas de empezar a sentirme parte de este club”, confesó.

EL MOMENTO INDICADO
Buonanotte cuenta con 26 años de edad. Se hizo figura del River Plate de Argentina antes de emprender su aventura por España con el Málaga y el Granada.
Pasó por todas las selecciones menores de su país, incluida la distinción del Mejor Jugador en el prestigiado Torneo Esperanzas de Toulón, Francia.
Cruz Azul, América y Santos Laguna, en distintas etapas, intentaron traerlo a México.
Fue en Pachuca donde se alinearon los astros…
“Es una gran liga la mexicana, con grandes clubes, fue algo que me sedujo y espero devolver la confianza que me dio el club con buenas actuaciones.
“Pachuca llegó en el momento indicado, justo; me gustó la parte humana, se preocuparon por mí y por mi familia, me brindaron un cariño espectacular, además, me gustó el proyecto”, señaló sobre las razones que tuvo para aceptar la propuesta de la Cuna del Futbol Mexicano.

IR POCO A POCO
El tono de Buonanotte se tornó serio cuando se trataba de objetivos.
-¿Qué tal salir campeón?
“Bueno… uno viene a poner su granito de arena para contribuir con el equipo y espero demostrar lo que valgo en la cancha, es ahí donde uno debe hablar”, respondió de entrada.
“Tengo muchísimos objetivos en lo personal pero en lo grupal ahora quiero instalarme en el grupo. Voy poco a poco, no quiero volverme loco ni pensar en demasiadas cosas juntas, ahora lo que me interesa es ir poco a poco, agarrar ritmo para saber cómo se juega acá y estar pronto a punto para ayudar al equipo”, soltó.
En distintos momentos de su primer día en la madriguera, a Diego le dieron la bienvenida Enrique Meza, Andrés Fassi y, finalmente, Jesús Martínez, quien le entregó la camiseta con el número 30 (el mismo con el que triunfó en River) para encarar su primer torneo en México.