Después de dos años sin saborear la dulzura de la Puerta del Encierro, en esta presentación número veintinueve de Pablo Hermoso de Mendoza en la plaza de toros de la capital de su tierra, dejó hechos pronto los deberes, asegurándose el triunfo en su primer astado y rematando de forma espectacular en el cuarto. Un triunfo rotundo de cuatro orejas y en la que debía haber obtenido el rabo en el toro de la merienda. La premura con que la presidencia sacó el pañuelo concediendo al toro la vuelta al ruedo, equivocó al respetable que pensaron que el rabo estaba concedido y cedieron en su petición.

Cuatro orejas y tarde redonda en esta su vigésimo novena actuación en Pamplona y que certificó así la que hasta el día de hoy es su dieciocho puerta del encierro.

Plaza de toros Monumental de Pamplona, (Navarra) Lleno en los tendidos. Pablo Hermoso de Mendoza, dos orejas y dos orejas; Leonardo Hernández, dos orejas y silencio; Roberto Armendáriz, silencio y silencio. Toros de El Capea (1, 2, 3, 4 y 6) y San Pelayo (5).