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11, julio 2016 - 12:26

┃ ESTO

nota-tatiana

A través de su primera entrenadora Elsa Tenorio, la clavadista Tatiana Ortiz fue vislumbrando llegar a unos Juegos Olímpicos.

A manera de juego, en un curso de verano, fue que conoció esta disciplina donde logró alcanzar el sueño de una medalla olímpica –bronce- al lado de Paola Espinoza en sincronizado en plataforma.

Desde los siete años Tatiana escuchó la palabra olimpismo, pero nunca se imaginó que en Beijing se volvería famosa.

“Son juegos que nunca entiendes de niña. Solo te motivan a seguir entrenando para algún día salir a competir y mostrarte ante los demás. Era inquieta y me gustaba reír por cualquier cosa, hasta que llegué al alto rendimiento”.

Del municipio de Naucalpan, su mamá comenzó a llevarla a la Alberca Olímpica, al CNAR y al Comité Olímpico Mexicano.

Pero a la vez también estudiaba.

“Lo que me desesperaba eran los procesos selectivos en los que a veces por alguna injusticia quedaba fuera. Pero como mujer, volvía a intentarlo hasta quedar en la selección. Era más el orgullo y la vanidad. Por eso me exigía yo misma en los entrenamientos”.

Ortiz Galicia mencionó que hubo momentos en que pensaba renunciar a los clavados.

“Sí, después de que no clasifiqué para Atenas, dije que era el final. Eran más de diez años de entrenamientos y pensé que era mi momento. No lo logré pero aprendí de esa lección. Comprendí que debía esforzarme más sin perder de vista el objetivo”.

Así se desenvolvió Tatiana en los clavados, con alta y bajas, con injusticias, pero a la vez con la frente en alto.

“Siempre decidida. Platicaba con el agua para que fuéramos amigos. Le tenía respeto, pero hice las cosas con respeto. Tuve amigas y gente muy linda. Creo que al retirarme me dolió el que convivia las 24 horas  con tus compañeras del deporte”.

Ahora lleva a su pequeña Mariana de tres años a tomar clases de natación.

“Ya viene con una disciplina muy marcada. En mi época todo era un juego, pero ahora con la apertura del internet, los niños ven más deportes y de ahí es como ven cuál les gusta. Eso ayuda también a que estén más despiertos porque piensan en ganar una medalla”.

Y tiene la responsabilidad de seguir adelante por su familia.

“Soy ama de casa, esposa y realmente más feliz cada que volteo hacia atrás y digo que todo valió la pena”.

 

TATIANA Ortiz Galicia.