SANTA CLARA.- Sobresalen a simple vista, no es para menos. Se esmeraron en la vestimenta con la que decidieron ir a la presentación de la Selección Mexicana en el nuevo estadio de los 49es de la NFL.

Son Frida Kahlo y Cantinflas, dos personajes de la cultura mexicana que hicieron su aparición y claro que llamaron la atención.

Ellos no eran los personajes principales de la tarde, pero igual se llevaron algunas chuleadas antes de que llegaran las verdaderas estrellas del espectáculo. Los mexicanos continuaron en la ocupación de los espacios de estacionamiento y entre canciones de banda y la carne asada se llenaron los sitios alrededor del estadio.

Era un día especial. Se trataba del primer partido del Tricolor en este estadio, que sustituye al vetusto Candlestick Park, que se quedó en el tiempo en cuanto a instalaciones y en donde México jugó tantas veces que bien podrían tener nostalgia.

Los más de 60 mil asientos que tiene el estadio tienen una comodidad tal que si así lo quisiera cada uno de los aficionados, ni siquiera tendría que levantarse de su lugar para ir por algo de comer o tomar. La tecnología con la que se pueden disfrutar los espectáculos en este lugar ponen todo a la mano de los seguidores.

Todos admirados por una obra más de la ingeniería que ha quedado al servicio del deporte. Más verdes que rojos, habrá que decirlo, verdes que le pusieron el sabor de siempre a este tipo de presentaciones, sobre todo cuando en el campo figuran hombres como Guillermo Ochoa y Giovani dos Santos.

Por ahí se extrañó que no vinieran otros como Javier Hernández, de quien circulan más camisetas, o Raúl Jiménez quien está de moda. Pero igual se trata de el cuadro tricolor y eso es suficiente para juntar a los miles que amistoso a amistoso gastan cientos o miles de dólares para estar en un partido de estos, que siempre atraen a los paisanos.

Espectacular el escenario y el ambiente. Todo se prestó para ser un día inmejorable e imborrable en la nueva historia de este estadio, la nueva casa de los 49es de San Francisco, aunque esté en Santa Clara. El lugar y el equipo mexicano son un negocio seguro por todo lo que enteran. Ahí está el detalle. (A. G. González/Enviados especiales)