Al finalizar la presentación de los refuerzos, el presidente de Cruz Azul, el licenciado Guillermo Álvarez Cuevas, dio acceso a los medios de comunicación para observar parte del entrenamiento de La Máquina.

Los aspectos del trabajo impuesto por Sergio Martín, auxiliar de Boy, fueron levantados de inmediato, sin percatarse de la amena charla que sostenían Billy y el técnico cementero Tomás Boy, a la cual minutos más tarde se incorporó el director deportivo, Eduardo de la Torre.

Una vez que todos se dieron cuenta de la plática las escaleras de las gradas se llenaron y los “rumores” empezaron a correr… “Creo que están discutiendo”, decían algunos intentando leer los labios y el lenguaje corporal; otros hacían bromas de lo que sucedía, pero la verdad sólo la saben los interlocutores, quienes intercambiaban puntos de vista del equipo y las expectativas que genera la llegada de los refuerzos.

De pronto la seriedad con la que hablaban se rompió con risas, todo estaba bien, nada de qué preocuparse.

La charla culminó con un fuerte abrazo entre el licenciado Álvarez y el “Jefe” Boy, quien después de despedirse de su presidente se incorporó al entrenamiento y pidió la salida de los medios de comunicación.

Por otro lado, Billy caminó hasta su camioneta y antes de abordarla vio la llegada del legendario don Nacho Trelles, a quien fue a saludar.

Con un ambiente saludable y lleno de buena vibra el directivo dejó las instalaciones de su Máquina. (Tonatiuh G. Trujillo/Foto: Alejandro Villa)