De forma paulatina, los jugadores de Cruz Azul, fueron llegando al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Entre la multitud, los primeros celestes que se pudieron ver fueros los utileros y médicos, seguido de ellos se observaron un par de caras conocidas, lo que indicaba que el plantel ya se encontraba ahí.

Con esto, y con un olfato goleador, los aficionados cazaron a los elementos cruzazulinos, quienes al parecer traían ordenes de no comentar nada a la prensa.

El primero en aparecer fue Julián Velázquez, deteniéndose a tomar la respectiva selfie con la afición, que por momentos preguntaba: “ Quién es el barbón”, refiriéndose a Velázquez, la nueva contratación de los celestes.

Atrás de él llegó el Jefe Boy, arrebatando la mirada de propios y extraños. Pero mientras todos miraban a Tomas Boy, un oculto Jesús Corona se adentró rápidamente a la zona de preabordaje, donde los aficionados y reporteros poco pudieron hacer, ya que la viveza del guardameta cementero fue altamente superior a la de todos los que se encontraban ahí.

El último que se adentro a la sala de abordaje fue el ecuatoriano Joffre Gerrón, que optó por caminar rápido y a través de su característica velocidad, dejo atrás a todos sus adversarios que lo acechaban en busca de una foto.

Así se despidió la Máquina de terreno capitalino para instalarse y concentrarse inmediatamente en el partido de hoy, donde seguramente, los de la Noria buscarán a toda costa empezar con el pie derecho.