POR ALFREDO MENDOZA

FOTO: OSWALDO FIGUEROA

La historia nos acostumbró a que la mujer es el sexo débil. Grave error, y para muestra, dos mujeres quienes en su largo andar han cantado por y para los hombres, y sí, todas sus melodías son dedicadas para el sexo masculino, pero en contra de ellos.

Así es como un día cantan para pegarle a los hombres y al otro también, y anoche, el teatro Metropólitan fue fiel testigo de la forma y sobre todo la pasión con que estas grandes artistas se brindan ante su público, que en su gran mayoría son mujeres dolidas, despechadas y con una cantidad descomunal de cantarle a los inútiles en una noche lluviosa.

En un escenario modesto, se hicieron presentes ante una gran ovación, dando inicio Alicia Villarreal con canciones que interpretó cuando formaba parte del grupo Límite, ese grupo que dejó honda huella dentro de su carrera musical.

Pero lo mejor estaba por verse, el público pedía a gritos y porras a Paquita la del Barrio, quien dueña del escenario salió elegantemente con un vestido largo de lentejuelas e inmediatamente se ganó la atención de su público, cosa que la cantante agradeció, cantando éxitos que las mujeres han hecho propios, como “Taco placero”, “Hipócrita”, “Cheque en blanco”. Parecía que las féminas no tenían control y pedían quemar a su hombre en leña verde.

Fue así como transcurrió el concierto, las canciones iban y venían, la euforia subía y bajaba de decibeles y lo que no se acababan eran los recordatorios familiares para el que dicen que es el rey del hogar, nunca un comentario fue tan desmentido como la noche de ayer.

Todo era alegría, pero el exigente público pedía un dueto y para complacer a las asistentes, interpretaron “Amor de los dos” y “El golpe traidor”, entonces los aplausos no cesaban.

Y a pesar de que todas estaban gozando el concierto de estas dos generaciones, tenían que decir adiós, fue así que la Villarreal se despidió con “Te quedó grande la yegua”, y Paquita interpretó “Me saludas a la tuya” y “Tres veces te engañe”, pero a gritos esperaban el plus, entonces de manera definitiva regalaron “Se me olvidó otra vez”, y aunque no las dejaban ir, tenían que decir hasta pronto, no sin antes recomendarle a todo el público femenino que abarrotó el recinto, que no se dejen de los inútiles. ¡Ups!