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Mira

19, julio 2016 - 9:12

┃ Manuel Gómez

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EL futbol está lleno de magia. Desde la parábola que hace el balón en el aire, hasta el accidentado gol de Pumas en la meta del Guadalajara. Incidente y tortura rojiblanca que desata felicidad en el hombre más nervioso en Ciudad Universitaria. No se trata de algún fanático, tampoco de Rodrigo Ares de Parga, debutante presidente del patronato. El hombre que nos ocupa es Juan Francisco Palencia.

El técnico de Universidad ha librado el obstáculo con una victoria, mas no la marca personal de ESTO, que en exclusiva comparte angustias y satisfacciones de la experiencia en el banquillo. Sí, su primera vez.

“Es algo indescriptible”, comenta aún en éxtasis. “No sé como explicarlo, pero me siento contento por el rendimiento del equipo. Estoy consciente que nos falta mucho trabajo, pero el inicio es prometedor. Auguro buen futuro a estos Pumas, que tienen ganas, que desde el principio de esta aventura han derrochado esfuerzo”, abunda.

La fecha ha quedado marcada. El 17 de julio de 2016. Estreno, triunfo y festejo en familia. “El domingo fue tenso, de mucho estrés”, descubre el hombre de la abundante melena. “Por eso hoy (ayer) me siento tranquilo. Lo disfruto y jamás lo olvidaré. Hay que estar ecuánimes. Es bonito ganar, pero tampoco hay que volverse locos. El torneo apenas inicia, falta mucho trabajo. Disfruto esta alegría con mi familia”.

Después de la tempestad viene la calma. Paco la experimenta al fin. “Este lunes ha sido de mucha paz. Me gusta separar lo que es trabajo de lo familiar. Hemos tenido demasiada actividad futbolística, por eso ahora que tengo tiempo se lo dedico a ellos”, insiste.

Y es que la victoria ante los tapatíos significa más que tres unidades. Con pasado rojiblanco, Palencia lo disfruta al máximo. “Todos sabemos que ganarle al Guadalajara representa mucho. Son partidos especiales, y lo digo con todo respeto para los demás equipos. Esta victoria se cocina aparte, y la próxima semana visitaremos a Cruz Azul, por eso debemos aprovechar la efervescencia que despierta esta victoria”.

Es entonces cuando Cruz Azul aparece en su camino. “Nos preparamos bien, con mucha dedicación. Sabíamos que iniciar en casa y ante el Guadalajara era ganar. El trabajo previo fue muy intenso. Ahora nos toca pensar en el siguiente partido que será igual de intenso”, explica.

Reconoce que durante la concentración, “cuando salí del vestidor a la cancha, en ese momento sentí el cosquilleo, las ‘maripositas’ en el estómago, y justo antes del silbatazo inicial me concentré en el partido, que lo viví con mucha intensidad”.

El hecho de haber sido jugador “me ayudó bastante para entender tantas cosas que se presentan en la cancha”, asimila. “Ahora comprendo lo que vive y siente un entrenador desde la zona técnica, esa desesperación linda de estar en la banda”.

En ese instante sabía lo que le esperaba. “Las Chivas siempre son entregadas, como también vi a mi equipo metido en su tarea. Esperaba un partido intenso y dinámico, con unos Pumas lanzados al frente, sin dejar de rendirse, sino más bien mostrando mucha energía, y a pesar del poco tiempo de trabajo, me agradó su desempeño”.

Ofensivamente, afirma, “fabricamos situaciones de gol, pero nos falta tener esa calma, esa picardía, esa chispa para ser más certeros, para concretar las acciones de gol que se fabriquen, y defensivamente se hizo un trabajo espectacular”.

Consciente de la responsabilidad de representar a la máxima casa de estudios, espera responder con la inmediatez que exige el cargo. “Hemos despertado expectativas, y eso nos obliga a mejorar y dichas expectativas crecerán, por eso hay que ir con mesura y trabajo”.

Eso sí, aplaude el trabajo del guardameta Alejandro Palacios, héroe en la hazaña dominical. “Tanto ‘Pikolín’ como todo el equipo respondieron, y a todos los felicito, no me queda más que decir que gracias a ellos pudimos festejar lo que sucedió ayer”, remata y aplaude el rebelde estratega felino.

FOTOS: RAMÓN ROMERO/@RamonEsto17