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1, agosto 2016 - 22:51

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POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA

FOTOS: MARTÍN MONTIEL

La vuelta de la selva fue larga y turbia para los pingos. El equipo volvió como antepenúltimo de la general y con muchas dudas en el vestidor.

El retorno de Antonio Naelson al Toluca debió ser para terminar su carrera con el equipo de sus amores y sin temor a ver la peor cara del Diablo.

La realidad ha sido otra. Sinha ha vivido un infierno. Acostumbrado a los triunfos, títulos y grandes tardes, las derrotas y hasta goleadas han caracterizado su vuelta a un verdadero averno.

El naturalizado mexicano se hartó del poco compromiso que han mostrado sus compañeros. Como ídolo del Toluca salió a la defensa del escudo, de la historia y la hinchada escarlata. Sinha está apenado de ser parte del actual plantel choricero.

“No ha sido nada de lo que quisiéramos, eso es una realidad. En lo personal lo tomo con vergüenza deportiva. Hay impotencia porque las cosas no nos están saliendo, es momento de hablar fuerte, el futbol se gana sudando, tenemos que defender el escudo para ganar el partido, tenemos que dar mucho más de lo que hasta ahora se ha dado”.

Dos lugares separan a los escarlatas del fondo de la tabla. El problema para Toño no es el sistema de Hernán Cristante, sino el compromiso que cada uno le pone en la cancha. “Obviamente que por lo menos creo que tenemos que ocuparnos en lo que nos falta, son varios puntos a mejorar, son cosas que podemos optimar que nos dice Hernán, pero es si queremos, si no queremos pues todo va a seguir igual”.

Defendió la mentalidad del entrenador argentino, incluso lo puso como solución, no tanto como falla. “No, el sistema no es, es lo que cada uno quiere para trabajar, el sistema bien que mal lo asimila, no va por ahí, creo que es momento de que cada quien sepa lo que va a dar, para eso nos pagan, no tienen la obligación de hacer bien las cosas en el partido, pero sí de trabajar y poner lo mejor de cada quién”.

Prefirió que todo quede en el infierno, el juego ante Pachuca será clave para levantar el barco rojo. “Es un análisis que se tiene que hacer dentro de la casa. La ropa sucia se lava en la casa. No es momento de hablar de lo que le falta a uno u otro, al final de cuenta somos adultos, somos profesionales del área y tenemos que entender lo que todos queremos, tenemos que remar al mismo lado todos”, remató.