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Mira

10, junio 2014 - 8:37

┃ Itzel Ubiarco

MEMO Ochoa y Chuy Corona estaban listos para ser titulares, incluso el propio Talavera no hubiera desentonado, y creo que toda esta novela debió llamarse: ¡Qué buenos porteros hay México! Es la única posición en la que realmente no hay motivos para preocuparse. Si el técnico se tardó en decidir fue porque su proceso ha sido muy corto y encontró muy buenos guardametas.

Sé que el apoyo estaba muy dividido. Algunos preferían a Corona, pero también Ochoa tenía argumentos de peso para ser titular. Más que polémica, debiera existir tranquilidad y seguridad, porque es muy difícil que cualquiera de los dos se equivoque, aunque fallas siempre habrá. Por mencionar una, la mala salida de Íker Casillas en la final de la Champions, estuvo a punto de costarle la décima al Real Madrid. Fue un error garrafal de un portero que lo ha ganado todo.

Sé que Ochoa puede equivocarse, como también le ha sucedido a Corona, y es que se trata de una posición un tanto ingrata, porque error del portero es gol en contra. Mientras que los delanteros se pueden cansar de fallar y no pasa nada. Afortunadamente, tanto Ochoa como Corona son muy seguros. Memo vive un gran momento, su experiencia europea le ha dejado cosas bastante buenas. Hace cuatro años pintaba para ser el portero titular y Javier Aguirre tomó una sorpresiva decisión y prefirió al “Conejo” Pérez. Desilusionado, Ochoa tuvo que comerse la banca y esperar cuatro años más para atajar en una Copa del Mundo.

Desde luego que Corona también tenía excelentes tarjetas de presentación. Basta decir que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos, y que con Cruz Azul fue campeón de la Concacaf, mientras que a Memo le metieron cualquier cantidad de goles en el modesto Ajaccio, pero jugar en la Liga Uno de Francia tiene su mérito.

También hay que decir que el futuro de Ochoa sigue siendo incierto. Que está a la espera de conseguir equipo, y el Mundial va a ser una vitrina muy importante para él. Se han mencionado equipos relevantes del Viejo Continente, hasta se habló del Barcelona, pero lo mejor es esperar a que ruede el balón y si es a favor del Tri, mejor.

Ahora bien, Ochoa se ha visto muy seguro. Después de esa amarga experiencia en Sudáfrica, supo aguantar, fue paciente y trae una motivación enorme. Jugar al fin un Mundial significa un sueño cumplido para Memo. Fue algo que trabajó, que buscó y ahora tiene la oportunidad.

Sé que todo esto pudiera significar también una injusticia para Corona, pero era necesario tomar una decisión y alguien tenía que quedarse en la banca. Ahora le tocó a Chuy y no queda más que apoyar a su colega, amigo y compañero.

En la Selección, para tener éxito y conseguir ese mentado quinto partido, ha faltado unión, menos grilla y un grupo más fortalecido en todo aspecto. También de medio campo hacia al frente será importante tomar las decisiones adecuadas y de la misma forma se podría hablar de alguna injusticia. Al final deberán estar los mejores, pero sobre todo los que se encuentren en su clímax futbolístico.

La presión existe, siempre ha existido. Superar la primera fase no será fácil y mucho menos llegar al quinto partido, porque sabemos que el cruce va a estar durísimo. Pero la Selección Mexicana no tiene de otra. Los grandes retos hay que tomarlos como vienen, enfrentarlos de la mejor manera y superarlos, porque sólo así se crece. Nunca un Mundial será fácil, así que llegó el momento de demostrar que sí se puede.

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