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9, septiembre 2014 - 23:35

┃ Luis García Olivo

cro-futm-mexico-bolivia

POR LUIS GARCÍA OLIVO
FOTOS JORGE BARRERA
ENVIADOS ESPECIALES

DENVER.- Mientras Miguel Herrera se dio el lujo de experimentar, el hombre de siempre, el eterno que tiene la culpa, Miguel Layún, terminó por dar la cara.
El objetivo primario era observar los nuevos valores, la gente que lucha por un lugar en el combinado nacional de aquí a Rusia, pero ni “Cubo” ni “Chuletita” fueron capaces de satisfacerlo con un gol, por lo que Miguel Layún redondeó su actuación con el 1-0 que hizo la diferencia sobre un examen boliviano, que no fue de alta exigencia.

Y aunque el marcador fue corto a favor del Tricolor, el palo y hasta la buena actuación del portero sudamericano, Daniel Vaca, se encargaron de no hacer más abultada una goleada en caso de que Erick Torres, Javier Orozco y hasta el mismo Javier Aquino hubieran anotado en sus respectivas aproximaciones.
El gol y la victoria ya llegó al Tricolor en esta primera Fecha FIFA –después del Mundial- que dejó más cosas negativas que positivas por el caso de tres lesionados, pero para fortuna de los nuestros es que en octubre llegarán Honduras y Panamá como rivales y ahí, pulir lo que se tiene que trabajar tanto: la contundencia.

EL JUEGO

Fue un tanto, pero México pudo haberse ido con una ventaja más abultada al entretiempo, pues fue amo y señor de los primeros 45 minutos ante una Bolivia, que no mostró ni la comparación de aquel Bolívar que eliminó al León en la pasada Copa Libertadores y que el propio Xabier Azkargorta hizo alusión previo al partido.

El Tricolor fue un torbellino, ni pelota o cancha fue prestada a los sudamericanos, quienes por lógica vieron las energías desmedidas de Layún, Aquino, “Cubo”, Fabián y “Chuletita”. Éstos pasaron, corrieron, burlaron, encararon, dispararon e hicieron de todo con tal de redondear su fenomenal actuación, por lo que el rival no fue capaz de inquietar la meta de Moisés Muñoz.

Tan fue así que al minuto 18, el “enrrachado” de Laýún se llevó las palmas al perforar las redes luego de un rechace de Daniel Vaca. Primer gol de Miguel, primer gol de México en el nuevo ciclo mundialista a Rusia 2018. La “diana” fue el mejor pretexto para ver a un Tricolor más desbocado, pero aún con la falta de contundencia.

Y es que Aquino filtró servicios que no eran conectados, “Cubo” tuvo inmejorables centros y mandó desviado y hasta en otros no alcanzó a conectar, Fabián probó con su derecha y mandó a volar; aunque la rabia de no holgar se gestó aún más cuando de media vuelta “Chuletita” desaprovechó y en otra el del Rayo Vallecano fue controlado por el meta boliviano para marcharse al entretiempo con la mínima ventaja. Tiempo entretenido, tiempo en donde los chavos respondieron y dieron batalla…
Si bien existieron caras nuevas en pos de observar gente, Miguel Herrera no experimentó en su planteamiento, apostó por su tradicional 5-3-2. Pizarro, Mier, Ayala, Venegas y Layún, sus cinco hombres atrás; Ríos en la contención y como volantes ofensivos, Fabián y Aquino; mientras que en las puntas, “Cubo” y “Chuletita”.

México así reanudó el complemento. Sin embargo, Azkargorta hizo cuatro cambios de un jalón. Ingresó a Miranda, Chumacero, Mojica y Ballivian, situación con la que tuvieron posesión del balón y hasta merodearon el arco de Muñoz.

El Tricolor regaló espacios y el “Piojo” mandó a la banca “Chuletita”, quien se le negó el gol en esta fecha FIFA, y apostó por Oribe con el fin de meterle presión a los sudamericanos, por lo que con disparo lejano de Layún y un desvío de Daniel Vaca, México regresó al peligro.

Enseguida, Guardado también entró a las acciones cuando de repente Érick Torres se encontró media vuelta y nuevamente el inspirado guardameta dijo que no, siendo determinante al tapar tres de gol.

México ya no fue tan espectacular en comparación al primer tiempo, el rival contó, pero también la salida de Aquino, Ríos, Pizarro y Ayala le quitaron fuerza con la entrada de Héctor Herrera, Paúl Aguilar, Miguel Ponce y Osvaldo Alanís, quienes les costó aclimatarse al duelo, en comparación con un Miguel Layún, que no le bajó ni una rayita a su loable esfuerzo.

El tiempo claudicó sin dejar de ver a los cinco espontáneos que se robaron el show, en medio de un franco análisis mexicano, que al tener varias solamente se conformó con una “diana”, por lo que manos a la obra en materia de contundencia.