El Salón de la Fama del Futbol Americano de la NFL le dio la bienvenida a ocho nuevos miembros en un emotivo acto con un mariscal de campo que jugó durante dos décadas y el primer entrenador afroamericano en ganar un Super Bowl.

Brett Favre, un MVP (Jugador Más Valioso) de la liga en tres años consecutivos a partir de 1995 y ganador del Super Bowl XXXI, jugó 20 temporadas y 302 partidos con cuatro equipos: Halcones de Atlanta, Empacadores de Green Bay, Jets de Nueva York y Vikingos de Minnesota.

Fue elegido para jugar 11 Pro Bowls y se retiró con los registros de Liga con más yardas por aire (71.838), pases de touchdown (508), envíos completos (6.300) e intentados (10.169)

Favre también estableció marcas de playoffs en yardas (5.855), pases intentados (791) y pases completados (481)

Otro que entró al Salón de la Fama fue el exentrenador en jefe de los Potros de Indianápolis Tony Dungy, quien primero estuvo con los Bucaneros de Tampa Bay.

Dungy terminó siete temporadas con 12 o más victorias y ganó un Super Bowl, por lo que se convirtió en el primer entrenador afroamericano en ganar el anillo de campeón.

El receptor Marvin Harrison, otro nuevo miembro, jugó sus 13 temporadas con los Colts y terminó con 1,102 recepciones; 14.580 yardas y 128 TD.

Los demás consagrados en la ceremonia en Canton, Ohio, fueron cuatro jugadores con el apoyador Kevin Greene, Orlando Pace, el quarterback Ken Stabler y el guardia Dick Stanfel, así como el propietario Eddie DeBartolo.