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8, agosto 2016 - 23:18

┃ EFE

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Río de Janeiro, 8 ago (EFE).- La húngara Hosszu dio un nuevo paso para convertirse en la reina de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, tras colgarse este lunes su segunda de medalla de oro al imponerse en la final de los 100 espalda con un tiempo de 58.45.

Hosszu, que el sábado se impuso en los 400 estilos con nuevo récord del mundo incluido, volvió a evidenciar el excelente estado de forma en el que ha llegado a la cita olímpica, tras imponerse en un final en la que partía como favorita la australiana Emily Seebohm.

Sin embargo, la australiana que ya decepcionó en la semifinales la firmar unos discreto 59.32, muy lejos de los 58.73 que ella misma posee como mejor registro del curso, no fue nunca rival de la nadadora magiar.

Todo lo contrario que la joven estadounidense Kathleen Baker, que ya accedió a la final con el mejor tiempo de todas las participantes y que peleó con la húngara hasta los metros finales de la prueba.

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La prueba se resolvió a favor de Katinka Hosszu que se alzó con el oro, tras aventajar en 30 centésimas a la estadounidense Baker, que se debió conformar con la medalla de plata con un tiempo de 58.75 segundos.

Completaron el podio la pareja formada por la canadiense Kylie Masse y la china Yuanhui Fu, que compartieron la medalla de bronce con una marca de 58.76.

Hosszu, que hasta estos Juegos nunca había logrado una medalla, pese a sus más de cincuenta metales en grandes competiciones internacionales, volverá a competir esta misma noche en Río en las semifinales de los 200 estilos.

Una prueba en la que la “dama de hierro”, la vigente campeona del Mundo y plusmarquista universal, parte como la gran favorita para volver a subir a lo más alto del podio.