El esgrimista mexicano Julián Ayala perdió en contra del campeón olímpico, el húngaro Aron Szilagyi, con una pizarra final de 15 toques a nueve, en la modalidad de sable, durante la primera ronda de torneo olímpico.

Julián, reconoció que en el primer tiempo los nervios lo traicionaron, pero conforme se desarrolló la competencia, se asentó y empezó a ganar los puntos en contra de un adversario que es cuarto sembrado del torneo.

Llegó el momento que domino la tensión emocional y pudo acercarse más a un rival de mucho mayor experiencia y tenía que definirlo en menos de cinco minutos, lo que tarda un combate y tuvo que aligerar ese proceso, ya para el segundo tiempo estuvo más libre, “el esgrimista que estoy acostumbrado a ser y empecé a tocar, hacer mis acciones, hice lo que yo sabía hacer e hice lo mejor de mí”.

No pensó que empezó a ver la esgrima por televisión y nunca pensó que podría vivirlos en un escenario que cambió por completo la visión de este deporte, lo hizo más acercado a la cinematografía sobre cuatro canchas ubicadas en forma de X, lo que hace de este torneo una experiencia única.

Tan difícil ha resultado la competencia que hasta el momento ningún campeón olímpico ha pasado a la ronda de ocho, todos se han quedado atrás y esto marcó mucho a las personas que venían a soñar.

El esgrimista mexicano regreso a la Villa Deportiva por una playera eléctrica que olvidó, aunque no le afectó el viaje, ya que llegó con media hora de anticipación a la Arena Carioca tres, donde se lleva la esgrima olímpica: “No tuve ningún problema, tampoco un contratiempo, no afectó nada en el asalto”.

Desde su punto de vista, le falto decisión y experiencia, el que sean los primeros Juegos Olímpicos no es que pesen mucho, pero sí sin una gran avance, “me gustaron, los disfrute y no solamente toparme al campeón olímpico – con tres Juegos Olímpicos -, no fue nada fácil, pero fue increíble”.
En relación a las críticas que han recibido los deportistas, respondió que son gente que no sabe lo que ve, ni porque llevan el uniforme, porque unos están de gris otros de blanco, porque brilla la careta, simplemente no saben de deporte, “critican a una persona que no saben lo que uno hace, lo que pasa y cuantos años tenemos que sufrir para llegar a unos Juegos Olímpicos”, finalizó.