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Mira

10, septiembre 2014 - 20:03

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Un elemento poderoso y un arma de doble filo como el uso de la radio en la Fórmula Uno está en la diana de los equipos. El grupo de estrategia de la F1, reunido en el pasado Gran Premio de Italia, trató uno de los asuntos más peliagudos de los últimos años, el automatismo de los pilotos, dirigidos desde boxes como robots.

Al parecer son los propios directores de equipo quienes han insistido en promover una vuelta al pasado para revitalizar algo el espectáculo, a veces demasiado calculado y sin errores, y quizás animados por el duelo, tan dirigido y a veces sospechoso, que mantienen los dos Mercedes este año por el título, que en Monza vivió un nuevo capítulo con el extraño error de Nico Rosberg.

El acuerdo entre las escuderías y la FIA parece avanzado, hasta el punto de que la norma podría entrar en vigor a partir de la próxima carrera de Singapur, a disputarse el próximo fin de semana en el circuito de Marina Bay, si bien en principio estaba dirigido hacia 2015.

MEDIDA POLÉMICA
En esta nueva prohibición quedarían fuera los avisos por motivos de seguridad, pero se incluirían los destinados a dirigir el pilotaje, a la información sobre el estado del monoplaza y las estrategias de carrera, así como, las ahora legales, órdenes de equipo.

No ha trascendido cuál sería el sistema de sanciones en caso de infracción, pero supondría el regreso de la pizarra clásica con más información que la actual, que casi se limita a indicar la entrada en boxes.

La medida, purista y reclamada por muchos expertos, no está exenta de polémica, ya que seguirían existiendo métodos de ayuda, tal y como reflexiona el exingeniero de HRT, Albert Fábrega: “Si los mensajes en radio son considerados ayudas a la conducción, ¿cómo calificamos a las luces de revoluciones por minuto del volante, o el pitido para las arrancadas y el cambio?”.

Igualmente, para las televisiones y también los espectadores, se pierde un elemento muy atractivo e informativo del estado de las carreras. Al otro lado, los equipos. “¿Por qué no dejar al piloto que se exprese algo más en pista por sí mismo? Sería lo mejor”, asegura Eric Boullier, director de McLaren.