Río de Janeiro, 12 Ago (Notimex).- El nadador estadunidense Michael Phelps había demostrado ser un deportista de otro planeta, pero esta noche se quedó en la orilla de sumar un oro más en Juegos Olímpicos y perdió la final de los 100 metros mariposa contra Joseph Schooling, de Singapur.

El “Tiburón de Baltimore” demostró que es humano en Río 2016 y pese a su gran esfuerzo se tuvo que conformó con la plata en una competencia muy aguerrida en el estadio Acuático Olímpico.

El sudafricano Chad Guy Bertrand Le Clos y el húngaro Laszlo Cseh, compartieron con Phelps la presea de segundo lugar, al igualar tiempos en 51.14 segundos, por el 50.39 del asiático.

En lo que bien pudo ser su penúltima carrera en unos Juegos Olímpicos, el norteamericano, como ha sido habitual a lo largo de su trayectoria, una vez más acaparó los reflectores pues su metal dorado número 23 estaba a 100 metros de distancia.

Sin embargo, Phelps no estaba solo y para estos 100 metros mariposa sufrió, incluso desde los heats eliminatorios, donde su tiempo lo colocó en el quinto lugar y por eso este viernes, en la disputa por las medallas, saltó al agua desde el segundo carril.

El dominador desde la clasificación había sido Joseph Schooling y este joven de Singapur con 21 años de edad dio muestra de su rapidez y poderío en la alberca para destronar a Phelps, quien iba por su quinto oro olímpico en la prueba de los 100 metros mariposa.

Schooling cronometró 50.39 segundos en el primer sitio y de paso impuso récord olímpico, marca que era del estadunidense y que tal vez ya no podrá superar.

Esto último debido a que su participación en Tokio 2020 se verá difícil, aunque con un multiganador como Michael Phelps todo puede ocurrir. Cabe recordar que en Londres 2012 anunció su adiós y en Río 2016 lleva ya cuatro oros y mañana va por su quinto.

Esta noche, en la justa carioca, bien se pudo ver el cambio generacional, Phelps con 31 años de edad y un Joseph Schooling con 21. Hoy brindaron una carrera épica con Le Clos y Cseh, para adornar de gran manera algo inolvidable.

Tres platas en el podio, aunque el himno que suena es el de Singapur, con un gran Schooling, quien impidió que Michael Phelps mostrara en su mano un cinco.

Así se comprobó que el “tiburón” es humano y aunque insistió, el pataleo y manoteo ya no le dieron para más; no obstante, su legado será muy difícil de destrozar, 22 oros, tres platas, con la de hoy en los 100 metros mariposa, y dos bronces.