GUADALAJARA.- La llegada del América a Guadalajara no pudo ser de otra manera más que espectacular.

Desde el arribo al aeropuerto, los azulcremas se dejaron sentir, aunque fue en el hotel de concentración donde los aficionados armaron el mayor alboroto.

Tal vez 100 o incluso un poco más, fueron los seguidores que comenzaron a cantar a favor de las Águilas mientras la espera se hacía menos por ver a sus ídolos, aunque sea de lejos.

El camión se dejó ver, todos corrieron detrás de él, aunque con poca suerte, los jugadores de su amado equipo salieron por el estacionamiento y el reconocer a sus ídolos se quedó en mera especulación.

Aunque dentro, los empleados y algunos que se lograron colar, disfrutaron de la presencia del plantel amarillo, desde Michael Arroyo, Miguel Layún, Rubens Sambueza y Jesús Molina, la delegación americanista repartió cariño a diestro y siniestro.

El que entró concentrado fue Antonio Mohamed, solo se le logró observar en el elevador que lo llevó a su cuarto, fuera de ese instante, el “Turco” ni se inmutó ante la presencia de sus hinchas.

Al final, la lluvia se hizo presente para ahuyentar a los pocos que aún se quedaron esperanzados en que los jugadores salieran, al ver que la ilusión se rompió, se comenzó a despejar la banqueta.

El América ya está en Guadalajara, con la ilusión de romper un mes sin ganar ante uno de los equipos más flojos de la Liga MX, los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara. (Miguel Ángel Mújica/Fotos: José Luis García/Enviados especiales).