La judoca Edna Carrillo, noveno lugar en los pasados Juegos Olímpicos de Río 2016, regresó a su natal Guadalajara, Jalisco, donde se atenderá de las secuelas sufridas los últimos años del hombro y columna vertebral.

“Estoy muy feliz de haber podido representar a México en los Juegos Olímpicos y haber cumplido un sueño que tenía y ahora cuando cumples uno viene otro y hay que subir un nuevo escalón y primero Dios se pueda estar en Tokio 2020 y conquistar el título olímpico”.

Los seleccionados de judo solicitaron a la CONADE la continuidad de la entrenadora Daima Beltrán, doble medallista olímpica de plata,  ya que desde los Juegos Panamericano de Toronto 2015, Cuba pidió  que regresara, pero cree que seguirá al frente de la selección mexicana cuatro años más.

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La selección de judo la conforman en su mayoría juveniles, la de mayor era Vanessa Zambotti y le siguen tres exponentes con una edad de 24 años, entre ellas Edna Carrillo.

“No voy a llenar zapatos de nadie, la verdad que Vanessa hizo su trabajo excelente,  se va a quedar para la historia todo lo que ella logró, porque probablemente fue la primera mujer que sacó la cara por el judo mexicano. Y ahora que se va ella, me toca a mí cargar la batuta, hacer un buen papel, dar buenos resultados a mi país y hacer mi propia historia”.

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Se viene un trabajo a largo plazo y espera que para Tokio se tengan los resultados esperados en Japón, la cuna del judo.

“Nosotros  los judocas estamos súper contentos que sea en Japón, porque es de dónde viene nuestro deporte, allá lo tienen con mucho respeto y está muy bien visto, entonces va estar excelente vivirlo ahí junto con los japonés”, enfatizó Edna quien  perdió en la segunda ronda en contra de Ami Kondo, , en la categoría de los 49 kilogramos.