Con la tecnología de Google Traductor

Mira

6, septiembre 2016 - 0:06

┃ Alma Rosa Camacho

Nota-Espectactulos-Juan-Gabriel-

FOTO: OSWALDO FIGUEROA

Multitudinario recibimiento se le dio a Juan Gabriel en su regreso al majestuoso Palacio de Bellas Artes, con las notas musicales ejecutadas por el Mariachi Mi Tierra e interpretadas por Fernando de la Mora con “Amor eterno”, el lunes a las 16:44 horas, cuando por una puerta central en el vestíbulo apareció Iván Gabriel llevando en las manos la urna con las cenizas de su padre, “El Divo de Juárez”, y del brazo de su esposa Simona Hackman, y cuya caja con la imagen de la Guadalupana, la colocó en una base oscura para permanecer así hasta las seis de la tarde de hoy martes, expuesta al pueblo mexicano.

Flanqueados los deudos del compositor, arreglista, intérprete y productor discográfico que en vida fue Alberto Aguilera Valadez, estuvieron Rafael Tovar y de Teresa, secretario de Cultura del país, y María Cristina García Cepeda, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes.

A los restos de Alberto lo aguardaban en el vestíbulo cuatro coronas –Presidencia, Secretaría de Cultura, INBA-, como la de 500 rosas blancas que envió Luis Miguel que embellecieron el cuadro con la inmensa fotografía del artista vestido de traje blanco, cuando celebró en Bellas Artes sus 40 años de carrera artística y con su nombre: Juan Gabriel (1950-2016) Amor Eterno.

Sin oradores por parte de la autoridad federal o del recinto cultural o de los familiares del artista, todo se llevó a cabo en solemne silencio, precisamente a las montas de guardia de honor como despedida y gran tributo a Juan Gabriel por parte de familiares, personalidades de todas las esferas sociales del país y gente del pueblo que iba pasando en una gran hilera sin dejar de caminar para salir inmediatamente.

La primera monta de guardia de honor correspondió a su hijo Iván, su nuera Simona, Rafael Tovar y de Teresa con su esposa y María Cristina García Cepeda, como el cuñado de Juanga, Jesús Salas, aún con la música ejecutada por el Mariachi Mi Tierra, cuyos músicos iban de color azul rey, interpretando “Amor eterno”.

Ni la severa lluvia o la falta de alimento impidió a las miles personas esperar las cenizas de Juan Gabriel, expuestas en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, que a algunos no les importó que tanta espera los llevara a desfallecer tras ver sus cenizas y ser atendidos dentro del Palacio por el cuerpo médico instalado para “revivirlos”.

Y afuera, la verbena popular con Fernando de la Mora, Aída Cuevas, Pablo Montero, Lucía Méndez, Alejandra Ávalos.

Tumultos de personas con fotografías del Divo de Juárez, compactos, imágenes de la Guadalupana, pero eso sí, las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes, custodiadas por 1,200 policías, quienes tenían la orden de subir en una camioneta a aquella gente que estuviera vendiendo dulces u otros objetos como compactos “piratas”.