POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA

FOTOS: OSWALDO FIGUEROA

Los últimos meses no han sido fáciles para Guillermo Ochoa. Su poca actividad en el Málaga le quitó la titularidad en la Selección mexicana. Con el objetivo de ser indiscutible, creyó en el proyecto de Paco Jémez en el Granada. Hoy Memo se puede considerar principal en el parado del técnico español.

Los números han jugado en su contra. Ochoa y la zaga del equipo nazarí es la peor del torneo igualada con la del Real Betis.

Aunque el ex del América no se cae, al contrario, sonríe ante el reto porque un buen desempeño en España lo podría retornar a ser indiscutible, pese a las rotaciones de Juan Carlos Osorio.

Es cierto que tanto Jesús Corona como Alfredo Talavera viven un momento complicado. Chuy ha mostrado altibajos y Tala no se ha consolidado como se esperaba.

Después de lo sucedido en la cancha del estadio Azteca, Memo abordó su vuelo rumbo a la Madre Patria. No quiso hablar, solamente prefirió decir: “no puedo”. El momento de charlar será en la cancha.

Lo que es cierto es que Memo se fue vitalizado por su familia. En la terminal aérea, el portero se despidió de sus padres e inició el largo viaje con su familia, aquella que siempre lo acompaña en todo momento y que le da apoyo.

Su momento ha llegado y Guillermo debe responder, de lo contrario, tendrá que ver los partidos en donde los vivió la mayoría de la última temporada, desde la banca y a lado de los suplentes.