La final del US Open entre el serbio Novak Djokovic y del suizo Stan Wawrinka agita una rivalidad que va y vuelve con cuentas pendientes.

Djokovic, último campeón y quien llega a la séptima final del Abierto, arribó tras cumplir un recorrido muy extraño, sin mostrar su mejor tenis.

El serbio, dueño de 12 títulos de Grand Slam, superó seis rondas con tres partidos completados, otros dos en los que su rival abandonó y el restante ni siquiera lo jugó.

Esta será la vigésima primera final de un torneo grande para el serbio, el segundo mejor registro en la historia de la ATP, una más que el español Rafael Nadal, el tercero en la lista.

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Djokovic se asoma así a las 27 finales que disputó el suizo Roger Federer.

Con Wawrinka se ha enfrentado en 23 ocasiones. Djokovic, de 29 años, ha ganado 19 partidos incluidos los dos últimos el año pasado.

Stan, de 28, derrotó a Djokovic en la final de Roland Garros de 2015, que significó su segundo título de los Mayores.

El suizo llega a su primera final en el Abierto de los Estados Unidos. En 2013 cayó en semifinales ante Djokovic. La deuda está pendiente y espera cobrarla en Flushing Meadows.

Wawrinka llegó a su duodécima participación en el torneo con algunas dudas, pero creció en confianza al superar en cuartos al argentino Juan Martín del Potro, medalla de plata en los Juegos Olímpicos.

El número cuatro del mundo, quien ha ganado las últimas 10 finales que se ha disputado, admitió que ante Djokovic no sale como favorito, pero sí en su mejor momento físico y mental.

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