POR ALEJANDRO ALFARO

FOTOS: JOSÉ LUIS GARCÍA

ENVIADOS ESPECIALES

PUEBLA.- El diablo se apareció en Puebla y sin piedad se llevó los tres puntos a Toluca, al hacer gala de una pegada certera y contundente que le valió conseguir una valiosa victoria en el partido que puso cerrojazo a la jornada 8 del Apertura 2016.

Dominio alterno fue la dinámica con la que transcurrieron los primeros 45 minutos en el feudo camotero. Llegadas de ambos bandos que advirtieron peligrosidad en las respectivas áreas. Sin embargo, la contundencia fue el diferenciador entre Camoteros y Choriceros, ya que mientras Alustiza y Amione no fueron capaces de hacerse presentes en el marcador, Fernando Uribe no tuvo piedad, ya que en una jugada donde Pablo Barrientos le puso un centro medido desde el costado derecho, se levantó con potencia para meter un certero remate de cabeza que dejó sin posibilidades a un Campestrini, que vio caer su marco por primera vez en la tarde.

Con el orgullo herido, La Franja se fue al frente para conseguir el empate. Escudero, Amione y el “Chavo” Alustiza fueron la punta de lanza, pusieron a prueba en más de una ocasión a Alfredo Talavera, que pese a escupir peligrosamente un par de pelotas pudo resolver los embates favorablemente para su causa.

Por su parte, los escarlatas supieron plantarse con orden en su cuadro bajo y maniataron las intenciones poblanas de hacerles daño. Esto sin renunciar a ir al frente, ya que antes del descanso pudieron irse con una ventaja mayor, lo cual no se dio.

Con la necesidad encima de no dejar ir puntos en casa, Puebla salió en el complemento con la convicción de asfixiar a su rival y apretarlo desde la salida. Valiño adelantó las líneas de su equipo e hizo que el trámite se desarrollara en el terreno rojo. Sin embargo, no contaban con la picardía de Alexis Vega, quien pegado a la banda izquierda habilitó de gran forma a la llegada de Erbin Trejo, que cerca de línea de fondo fusiló a Campestrini a escasos metros de distancia, para dar mayor tranquilidad a los suyos.

El tiempo transcurría y no había margen para la especulación. El entrenador poblano mandó todo el arsenal ofensivo a su disposición. Incluso echó mano de Christian “Hobbit” Bermúdez, quien tras un par de semanas sin actividad, por el problema legal que atravesó, pudo ver minutos para buscar ser el orquestador de las esperanzas camoteras.

El agobio poblano fue notorio. Intentos por todas las vías llegaron, pero no tuvieron la claridad necesaria para romper con el cerrojo del equipo mexiquense, que con oficio manejó los minutos finales e impidió cualquier esbozo de reacción de Puebla.

Triunfo valioso que representa oxigeno puro para Toluca y Hernán Cristante, ya que le vale dejar los últimos sitios de la Tabla General y acerarse peligrosamente a la zona de Liguilla. Caso contrario de Puebla, que dejó ir una oportunidad inmejorable de rebasar a Cruz Azul en la tabla de cocientes y, de paso, se quedó rezagado con únicamente nueve unidades en lo que va del certamen.