Una vez más Ambriz superó las críticas, Nacho tomó un gran tanque de oxígeno tras detener a la Máquina de manera heroica, sus jugadores se colocaron la capa y como ave fénix resurgieron de sus cenizas.

El técnico emplumado le respondió a sus detractores con una hazaña inolvidable, él no estuvo en el campo o marcó un gol, tampoco salvó el esférico en la línea, Nacho no hizo nada de eso, sin embargo, él ordenó el cambio de Michael Arroyo y Renato Ibarra, los ecuatorianos fueron fundamentales para la resurrección azulcrema.

Ignacio quedó afónico de tantos gritos que dio durante el juego, por esa razón no acudió a conferencia de prensa.

Ambriz se acabó la garganta entre celebraciones, reclamos e indicaciones, Nacho jugó desde su trinchera.

Nacho detuvo la avalancha que se le venía luego de quedarse sordo con tres pitidos de la Máquina, Aldo Leao le echó una mano, los jugadores otra, y él hizo el resto.

América tiene técnico para rato, Ricardo Peláez confirmó a Ambriz como su líder la semana pasada, el resultado le dio la razón.

Muchos no lo quieren, incluso realizan “manifestaciones” para sacarlo del nido, sin embargo, Nacho es más que eso.

Los cuatro picotazos que le dieron al equipo cementero, además de la forma en la que resurgieron de la nada, le sumaron puntos de vida a Ambriz, Nacho vive y va por más.

DESCANSO

Las Águilas no reposaron luego del Clásico Joven, el equipo azulcrema entrenó muy temprano en Coapa. Será hasta hoy que el cuadro emplumado reciba un merecido descanso. (Javier Juárez).