POR TONATIUH G. TRUJILLO

FOTOS: ÓSCAR RAMÍREZ

Las bromas y las risas lo dicen todo.

Tras la histórica remontada en el clásico joven las Águilas dieron una enorme bocanada de oxígeno, por lo que en el Nido todo es paz, armonía y alegría. Sí, a muy temprana hora los azulcremas arribaron a Coapa con la emoción aun a flor de piel, por lo que rápidamente se cambiaron de indumentaria y comenzaron a entrenar, pues el embrión anímico que dejó la victoria ahora buscan a su nueva presa, León, un equipo que ya le encontró el modo a su nuevo domador.

Los “Cremas” arrancaron con un trote ligero que con el paso de los minutos tuvo un intervalos de rapidez para mejorar la condición aeróbica; posteriormente el preparador físico, Carlos García impuso ejercicios de fuerza y resistencia, los cuales ejecutaron con carcajadas, pues las bromas parecían estar muy buenas.

La visita de Darwin Quintero, a quien le dedicaron el triunfo aumentó más la buena vibra, por lo que el entrenamiento era la felicidad plena del futbol. El bienestar se acrecentó pues su compañero, Miguel Samudio, quien se encontraba lesionado regresó a los entrenamientos en cancha. El paraguayo trabajó ya con la pelota en los pies, así como fuerza en el tobillo derecho, el cual fue el que se lesionó.

Durante sus trabajos, Ignacio Ambriz tuvo mucha comunicación con él, pues no quiere que se resienta, para utilizarlo lo antes posible. Samudio culminó la práctica sin Nunkun inconveniente, por lo que en América visualizan su pronto regreso.