Una ceremonia sencilla pero muy emotiva, al grado de hacer que al gran campeón cubano-mexicano Ultiminio “Sugar” Ramos se le quebrara la voz, sin poder contener las lágrimas, fue la que tuvo efecto en la tarde de ayer, y durante la cual el Consejo Mundial de Boxeo le otorgó una presea de ese organismo.

Toda esa fama de aniquilador del ring, de peleador duro, quedó al margen cuando el tremendo guerrero “se dobló” por los sentimientos que le invadieron cuando Víctor Cota, representante de Mauricio Sulaimán Saldívar, le dirigió unas palabras a nombre del presidente del WBC en el Martes de Café, y procedió a colocarle la preciada medalla verde.

La alegría del célebre “Sugar de Matanzas” fue compartida por su familia.

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Su esposa, María Angélica Ochoa Ballesteros, con quien ha  vivido poco más de las dos últimas décadas, y su hija, Elisa Ramos, atestiguaron el acto junto a un numeroso grupo de medios de información que respondieron a la convocatoria para trasladarse a la elegante cafetería “El Secreto de Sugar”.

Elisa Ramos y su esposo, Israel Hernández, son los propietarios de la amplia casona ubicada en la calle Cedro 180, colonia Santa María la Ribera, en la que ellos viven, junto a Ultiminio y la señora María Angélica.

CAMPEÓN HISTÓRICO

Victor Cota, historiador del WBC, ratificó que Ultiminio Ramos es oficialmente el primer campeón en la historia del Consejo Mundial de Boxeo, fundado en febrero de 1963 en la Ciudad de México. El “Sugar de Matanzas” conquistó el título de peso pluma en el año mencionado y completó seis defensas del mismo.

En las paredes de la cafetería pueden admirarse distintas fotos, que muestran momentos cumbre de su carrera y en algunas de las cuales el famoso combatiente de piel morena aparece junto a otras grandes figuras del ring.

El Padre Tiempo ha hecho que este personaje con puños capaces de noquear a cualquiera, ahora tenga que usar un bastón, además de que su físico se vea muy disminuido, principalmente a causa de la lucha que sostiene contra el cáncer desde hace años.

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En esta ocasión, el WBC eligió celebrar su conferencia semanal en ese acogedor sitio llamado “El Secreto de Sugar”, con el propósito de rendir tributo a un icono del deporte que fue adoptado por el pueblo mexicano.

En medio de la reunión, se proyectó un video de este guerrero que, según comentó Víctor Cota, era un peso pluma que llegó a pelear en la división ligera y que pegaba como alguien de la categoría de los medianos.

FUE MONARCA LIGERO, DE MANERA FUGAZ

Cota inclusó reveló una anécdota poca conocida, que consigna la ocasión en que Ultiminio fue proclamado campeón mundial ligero, por descalificación contra el puertorriqueño Carlos Ortiz en octubre de 1966 en el cuadrilátero del Toreo de Cuatro Caminos, situación que, sin embargo, solamente duraría unas horas.

Don Víctor explicó que la decisión de declarar vencedor a Ramos fue tomada por el mexicano Ramón G. Velázquez, quien era el titular del WBC en ese tiempo, debido al terrible escándalo que se desató al discutirse que era injusto que Ortiz ganara por KOT.

El indignado público discutía que la herida que impedía continuar a Ramos había sido producto de un cabezazo. El réferi fue el ex campeón mundial semipesado Billy Conn, quien alzó la mano de Ortiz, y entonces sobrevino la protesta generalizada en el desaparecido coso de Cuatro Caminos.

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Cota añadió que al día siguiente, sin explicación alguna, Carlos Ortiz retenía su corona. En una revancha, Ortiz ganó por nocaut a Ultiminio.

También se mostró un video en el que don José Sulaimán declara que Ramos “es un campeón que fue mi ídolo”.

Con lágrimas, Ultiminio agradeció a toda la familia del boxeo por asistir a tan sentido reconocimiento y comentó que consideraba su más grande triunfo el haber conquistado el trono del WBC.

Su coronación estuvo cubierta por el luto, ya que el estadounidense Davey Moore, al que destronó, falleció a causa de la paliza recibida.

“Siento el cariño, el afecto de todos, como si acabara de pelear. Yo les tengo el cariño y amor de siempre”, manifestó el homenajeado.