POR FERNANDO SCHWARTZ

NO es delantero; no es goleador, pero hoy por hoy es el jugador mexicano que pisa más fuerte en Europa. Antes de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 era un desconocido, después de eso, el bajacaliforniano Héctor Herrera ha sido seguido y determinante después de su adaptación al Porto de Portugal, con el que ahora todos los balones pasan por él, y seguramente volará más alto, a una mejor Liga de Europa.

Héctor fue de lo mejor de México en el Mundial. Asimiló muy bien lo que el “Piojo” quería de él, y en su paso por Europa la madurez le ha ayudado a sortear obstáculos como lo fue esa doble amarilla y la expulsión más rápida en Champions, en este menester por falta y mano. Sin embargo, Herrera se rió, lo tomó con responsabilidad y nunca bajó la cara, siendo que en esta temporada se ha convertido en el hombre fundamental del Porto, ocupando la posición de repartidor de juego que alguna vez tuvo ahí James Rodríguez. Héctor ha alcanzado el nivel de excelencia de los tres mexicanos en Champions y fue el único que arrancó de titular.

Lo de Héctor es de llamar la atención, porque su carrera ha sido meteórica y el maneja las tres posiciones del mediocampo al dedillo y finalmente le han abierto el camino para seguir creciendo, ganarse adeptos y la confianza de su técnico. Héctor pinta para cosas grandes, porque además de defender y emprender ataque, tiene llegada, le pega bien con ambas piernas y por arriba va bien. Se ha convertido en unos meses en un jugador completo, que además saca provecho de su privilegiado físico y la inteligencia innata que tiene para jugar.