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19, septiembre 2016 - 21:49

┃ José Ángel Rueda

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TORREÓN.- El uruguayo Jonathan Javier Rodríguez Portillo, mejor conocido como el “Cabecita”, se mostró feliz al convertirse en el mejor jugador del encuentro entre Santos y Pumas el pasado domingo. El entrenamiento de ayer fue de acceso libre, pero sin entrevistas a jugadores, por lo que todo lo que se generó fue a través de lo que se pudo ver en la práctica matutina que dirigieron los miembros del cuerpo técnico.

El “Cabecita” salió sonriente desde que descendió por las escaleras que vienen del gimnasio hacia los campos de entrenamiento. Llevaba el uniforme negro y franjas muy delgadas de color verde. El short lo tenía doblado cuando menos dos dedos hacia arriba, dejando ver los muslos atléticos que tiene a sus recién cumplidos (6 de julio) 23 años.

Ya en el campo trotó junto al resto de jugadores que fueron titulares. Aunque había límites en el acceso del entrenamiento, en el aire se respiraba tranquilidad y alegría, esa que te da el haber obtenido un triunfo que se venía buscando desde hace varias jornadas.

Cuando venía de regreso, accedió a la petición de nuestro reportero gráfico para hacer unas tomas muy cercanas, en las que nos pudimos percatar lo que mueve al uruguayo muy en el fondo de su ser.

En el brazo derecho lleva un tatuaje con unas manos con un rosario entregadas a la oración en donde lleva una leyenda que dice a la letra, “protege a los míos” y en la parte superior dice Familia; en el brazo izquierdo el rostro de una bebé llamada “Renatta”.

Subió la escalinata y se fue, contento, alegre, satisfecho por lo logrado el domingo, pero seguramente irá por más, porque la semana presenta jornada doble, y el próximo miércoles enfrentarán en la jornada 10 a los Rayados de Monterrey a las 21:30 horas y el domingo regresan a casa para enfrentar a los Xolos de Tijuana.

 MARTÍN BRAVO FESTEJA SU CUMPLEAÑOS

Por su parte, Martín Bravo también estaba de muy buen humor. El argentino salió dando el saludo a todos. Sin percatarse en ese momento que en el escritorio del vigilante había una plancha de pastel hecha a base de “quequitos” con su caricatura y el número 22. Él cumplió 30 años y seguramente lo compartió con sus compañeros y amigos a concluir el entrenamiento, que dicho sea de paso, han estado muy intensos desde que los dirige Guillermo Hernández. Dicen que no los deja ni a sol ni a sombra.

 CHEPO Y GALINDO

Por su parte, Chepo de la Torre y Benjamín trabajaron bajo los intensos rayos del sol, indicando aquí y allá “que si el defensa viene por aquí o viene por allá. Dale velocidad y sé paciente”.

Ambos, José Manuel de la Torre y el maestro Benjamín Galindo, saben que tendrán una semana pesada, de esas que se deben ganar allá y aquí, para empezar a sumar puntos y alejarse en lo posible de la zona de descenso.

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