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Mira

28, septiembre 2016 - 10:08

┃ ESTO

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Hace algunos antieres, el tenor vestido de charro don Jorge Negrete cantaba con sonora cuan orgullosa voz “México, lindo y queeeridooo”… Décadas después, alguien con punzante sentido humorístico dijo: “México, lindo y qué herido”… El caso es que a través de épocas se han dicho millones de palabras acerca de ese mal llamado corrupción.

Cinematográficamente hablando, don Héctor Suárez protagonizó “México, ra, ra, ra”. Así como “En la cuerda del hambre”, filmes altamente denunciantes…

Ahora, se da a conocer “Corrupcionario mexicano”, un compendio de términos con sus correspondientes significados. Ejemplos: “moche”, “acarreo”, “mirreyes”, “ladys”, “lords”…

Para ofrecer los pormenores de tan sui géneris obra, se tiene en una mesa a Cintia Bolio –caricaturista, o sea monera-, Alejandro Legorreta -director de Sabino Capital-, Gustavo Rivera, al igual que Diego Luna, popularísimo actor y creador del prólogo.

Los cánones dicen que primero las damas.

“Me siento muy honrada, en nombre de todo mi gremio. Nos han criticado de tener espíritu romántico porque nos pitorreamos de lo que sucede, a diario tenemos tema para trabajar en la caricatura política, es el testimonio histórico, aportamos un poco a través del humor”.

Tiene la palabra el señor Rivera.

“Agradecemos a todos los amigos y familiares por la paciencia durante estos meses de trabajo; al equipo que ha hecho posible esto, a todos los moneros que colaboraron con sus ilustraciones, que dieron otra dimensión a este libro, y a Diego por su prólogo”.

Habla el señor Legorreta:

“Estoy optimista del México que viene. El ‘Corrupcionario’ es un trabajo académico que buscó cómo viven los mexicanos con la corrupción. A través de la comedia invita a la reflexión; el destinatario es la sociedad mexicana con estos temas incómodos, es un trabajo robusto”.

El turno es de Diego Luna:

“De alguna manera represento al lector común; jamás había escrito un prólogo, me sentía incómodo al dejar algo ahí para siempre, de cómo se relaciona el ciudadano con la realidad; leí el proyecto hasta reír y dejar de reír para reflexionar y me produjo acidez, me dieron ganas de compartir porque la educación es herramienta de cambio, deseo que estos términos sean parte de la realidad de mis hijos”.

El histrión inicia así un monólogo:

“Es muy cómodo criticar la corrupción, pero hay que ser parte de la solución, utilicemos las herramientas que tenemos para ser más justos y no nos dé pena de dónde venimos”.

Mostrando seriedad, el cineasta externa su pensamiento.

“Es normal abrir el periódico y ver diariamente un caso de corrupción. ¿Cómo nos acostumbramos a eso? Los invito muy seriamente a dejar eso a un lado”.

Esta obra a la cual los involucrados llamaron ejercicio, según sus palabras pretende hacer meditar acerca de una triste realidad mexicana ya vuelta costumbre… ¿Reírse para erradicar la corrupción? Ver para vivir, y vivir para creer.