POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Concluyó la primera fase de la temporada chica en la Plaza México y el balance no puede ser mejor que un gran éxito.

El anuncio como nueva gestión del coso capitalino, a cargo de Tauro Plaza México, fue de inicio el cambio que la gran “Señora de Insurgentes” esperaba, la expectación no podía ser mejor. Más adelante se presentó el nuevo esquema de novilladas, lo cual fue muy bien recibido por el público en general y que remató perfectamente la nueva presencia del ganado, una mella que venía marcando significativamente al escenario capitalino por la falta de lámina en los astados.

Lo que ha sido la cereza en el pastel, principal resultado y aliciente para la fiesta brava, fue claramente la respuesta de los toreros mexicanos. Sin esta parte todo serial se estrella, pues cuando no hay calidad en los toreros y menos respuesta, el público se retira. Amén de cuando no hay ganado con presencia.

OCHO DE OCHO

Esta primera fase de la temporada Duelos Taurinos, Soñadores de Gloria, que han sido novilladas sin picadores, arrojó grandes resultados para México. Se colocaron ocho novilleros mexicanos y ocho extranjeros, cada cartel de cuatro toreros, para de ahí sacar a dos finalistas que lidiaran el quinto y sexto novillo de acuerdo a un jurado conformado por las porras. Sin lugar a equivocarnos diremos que de ocho mexicanos, ocho funcionaron. Mientras que los extranjeros dejaron muy buen sabor, pero no existe duda que la raza y el corazón estuvo de manifiesto por el lado nacional.

“EL TATO”, MÁXIMO TRIUNFADOR

En la primera novillada del 11 de septiembre pasado, Miguel Aguilar cortó una oreja producto de un toreo de calidad, mientras que Juan Pablo Llaguno dejó muestra de una entrega sin medida. Ambos pasaron a la final ese día

En el segundo festejo, el 18, Sebastián Ibelles salió al tercio gracias a su toreo de sello y de mucha cabeza, mientas que Ricardo de Santiago hacía lo propio habiendo firmado labores de bastante mérito. De igual forma, ambos pasaron a la final.

En la tercera novillada, el 25, Isaac Fonseca cortó una oreja luego de mostrarse como una autentica promesa con un toreo sin par. Al mexicano lo acompañó en la final el español Sergio Roldán, ya que el otro torero azteca, Íñigo Rodríguez no tuvo absolutamente tela para dejarse ver, ya que su novillo fue un inválido.

Finalmente, en lo que fue la cuarta y última novillada de esta primera fase, el michoacano “Tato” Loaiza se colgó de los cuernos de la luna al situarse como el máximo triunfador al cortar dos orejas, luego de dos labores que rayaron en la emoción. Pasó a la final también el español Ángel Téllez, quien dejó una grata impresión. Y quien sabe que hubiera pasado si a Héctor Gutiérrez no le hubieran cornado, ya que con todo el historial que carga hubiéramos hablado de dos mexicanos nuevamente en la final.

GRAN POTENCIAL

Independientemente de los resultados numéricos, lo verdaderamente extraordinario es el toreo que han mostrado los toreros mexicanos. Que algunos torearon despegado u otros con menos idea, sí. Pero tampoco se les puede exigir al máximo a estos novilleros que apenas están despuntando. Lo que importa es que los ocho tienen un futuro bastante halagador en el toreo, ya que salir a plantarle cara a ganado bien presentado no es cualquier cosa. Y menos cuando no están picados. Queda claro la calidad que existe en México, ya que los jóvenes coletas lograron un inicio de temporada como en muchos años no se observaba en el coso de Insurgentes y esto es producto de la selección meticulosa que la empresa realizó para formar los carteles. El ambiente se fue para arriba gracias a la garra que mostraron, a su valor y deseos desbordados por querer triunfar. Y eso que apenas están empezando. Tienen gran potencial.

GANADO EXIGENTE

El ganado fue una prueba de que además las cosas van en serio en esta nueva gestión. Se presentaron hierros como Los García, que abrió temporada. Le siguieron San Lucas para la segunda y luego un encierro combinado de Santo Tomás y El Siete, que se lidió en la tercera novillada. Y finalmente El Vergel, para la cuarta y ha sido este hierro el examen más crudo para los coletas. En general, todos los novillos han llevado al límite a los actuantes, el hecho de que el ganado no fue picado ya es una razón de peso para saber que no serán fáciles. Y ante ello, los toreros pusieron al cien sus conocimientos, consiguiendo cada uno lo que más pudo de acuerdo al sitio que han adquirido. Pero también observamos que saben improvisar, no se quedaron con las manos atadas.

Esta primera fase ha sido un gran éxito como resultado de la novedad empresarial y la respuesta contundente de los toreros.

Vienen las tercias en novilladas con picadores y estamos seguros que los coletas mexicanos no van a desentonar en lo absoluto.