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5, octubre 2016 - 8:56

┃ Luis García Olivo

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Mabada, Jordania.- Con paso perfecto en el Mundial Sub-17 de Jordania 2016, Christopher Cuéllar no se adelanta a los procesos, sabe que hasta el momento no ha logrado nada con sus muchachas y se mentaliza en España y cómo encarar los cuartos de final de este torneo, ya que ocupar la silla de la Selección Mayor Femenil es una meta, pero no en su actualidad.

Y es que desde que su padre, Leonardo Cuéllar, dejó las selecciones femeniles en 2015, el puesto de director técnico en la mayor quedó vacante. Los rumores y candidatos han sido escuchados, pero al interior de la FMF no hay nada escrito. La decisión del sucesor se tomaría en diciembre y Decio de María y Guillermo Cantú están en plena evaluación, por ende, Cuéllar Jr. espera dejar una grata imagen en Jordania 2016.

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“Los jefes van a analizar, ven opciones y después tomarán decisiones, pero en este momento estoy concentrado en la Sub-17”, contesta Christopher al ser cuestionado sobre la posibilidad de ilusionarse con su trabajo en Jordania, mismo que lo podría llevar de inmediato al Tricolor mayor.

“Estoy concentrado en Jordania 2016, mi reto es hacer un buen Mundial, no estoy pensando en la mayor. Como en cualquier trabajo buscas ascender al puesto más alto, pero estoy trabajando con la Sub-17. Mi mente está en el Mundial y dejar una buena imagen para que evalúen mi trabajo después de Jordania”, ratifica desde el medio oriente para ESTO.

Heredero del amor a las selecciones femeniles y a la dirección técnica, el retoño de Leo reconoce que llegar a la mayor es un sueño a cumplir, pero no por ahora, pese a ganarle contundentemente a Nueva Zelanda y Jordania en la fase de grupos. “Ya después podemos pensar en otra cosa, pero la realidad es esa. Una decisión así tienes que pensarla bien, analizarla. Ahora estoy metido en el Mundial, eso es un hecho”.

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Arropado por su papá ya que ahora Leonardo es un aficionado más desde las tribunas en los estadios jordanos, no se olvida que pueden hablar de colega a colega, pero lo que prevalece hoy en día son las charlas de padre a hijo. “Me da mucho gusto que esté aquí y apoyándome. Está disfrutando su nueva etapa como papá, al ver a su hijo en Selección. Disfruta al máximo los partidos como aficionado y me da mucho gusto”, pero “hemos hablado más de los Raiders de Oakland que del Mundial. Él está completamente separado y disfruta de su nueva etapa”, comparte Christopher.

Todo el proceso como entrenador lo hizo a lado de su padre, pero hoy es el primero en donde es el principal responsable, por lo que también busca dejar un grato sabor con buenos resultados y un excelente futbol. “Uno como entrenador quieres que evalúen el producto de lo que ven dentro de la cancha”.

Así que “mi idea de jugar tiene una buena base de lo que mi padre trabajó, pero al mismo tiempo con mi experiencia de viajar y ver otros equipos fue tomándose mi concepto de juego. Es un equipo con cosas similares, pero otro toque”.

Con las experiencias de participar en los torneos de Azerbaiyán y Canadá, Jordania 2016 es un sabor diferente. “Es el primer Mundial donde la gente me ve solo, como no está mi papá en la banca o en parte del proceso es emocionante”.

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Hoy en el proceso, el técnico también busca a los nuevos talentos, aquellos que en un futuro igualen y superen a Maribel Domínguez, Charlyn Corral, Nayeli Rangel y Mónica Ocampo en la mayor. “Siempre en las menores buscamos tener el mejor proceso, tenemos jugadoras con duelos internacionales. Buscamos las nuevas Mónica Ocampo o Maribel Domínguez, jugadoras que pueden pesar a nivel internacional”.

No obstante, nada ha sido fácil. La tarea ha sido complicada para encontrar el talento mexicano que participa en Jordania 2016, pese a que en México se le apuesta poco al futbol femenil, con una Liga profesional como ocurre en otros países.

“Hicimos visorías en el CAR por las ideas locas de mi papá y nos cayeron 400 jugadoras. Dayana Cázares y Jacqueline Ovalle vienen de esas visorías. Fuimos a Los Ángeles a un torneo y en ese momento vimos a varias chicas de Texas, San Diego, el norte de California, hemos ido con ese proceso constante, porque muchas veces no tenemos las oportunidades para ver un partido formal, tenemos que abrir puertas e ir a los eventos internacionales. No tenemos el lujo de ir al Azteca o a Coapa para ver un choque del América contra otro club, entonces así le hacemos”.

Por ello, en el seleccionado azteca se numeran 10 jugadoras nacidas en nuestro país y 11 mexicoamericanas, pero aun así “veo un grupo unido, hay un buen ambiente”.

Favoritos siempre habrá en las selecciones de primer mundo, como ocurre con Alemania, Estados Unidos, Corea del Norte y España, pero a México no hay que descartarlo. “Todo puede pasar”, finaliza.