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9, octubre 2016 - 21:58

┃ Alejandro Alfaro

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POR ALEJANDRO ALFARO

FOTO: MARTÍN MONTIEL

Eran los finales de la década de los 90 cuando un traspaso polémico rompió el mercado nacional en pleno Draft. Fabián Estay, talentoso mediocampista chileno y referente de Toluca, había sido fichado por América. La noticia sorprendió a más de uno, incluido el propio jugador, quien al principio estaba renuente del fichaje, pero con el tiempo, se convenció de la importancia de haber llegado a Coapa.

En una visita a la redacción de ESTO, el propio Estay recordó cómo fue todo ese movimiento y enfatizó en lo que significó para él su etapa como americanista.

“Estoy muy orgulloso de haber vestido la camiseta de América, tal vez no fueron los momentos idóneos para mí en términos generales. No es que yo no quisiera ir a América, yo no quería salir de Toluca, mi idea era permanecer ahí tres años más”, recordó, y detalló que “al final, en un draft en el año 1999, mientras estaba en la Copa América en Paraguay, fui transferido. Ya al llegar a América cambió el tema, te encariñas rápidamente con la institución, que es muy grande. Es un honor haber vestido su camiseta tres años, haber sido capitán dos años de este gran equipo”.

Lamentablemente para él, las cosas no se dieron y no pudo consagrarse como campeón. Sin embargo, guarda las mejores memorias de ese ciclo en su carrera como futbolista.

“No me alcanzó para ser campeón, lamentablemente no tuve la posibilidad, pero haber jugado en América fue muy bonito. Con este equipo estás en lo bueno y lo malo, siempre en el ojo del huracán. Para mí fue muy bonito”, reconoció.

PRESIÓN AL POR MAYOR

La época en la que Estay llegó a América no era sencilla. El equipo acumulaba 10 años sin poder ser campeón y la exigencia era total. Al respecto, el chileno rememoró todos los técnicos que lo dirigieron como azulcrema y lo completo que era ese equipo que a final de cuentas, se quedó en la orilla.

“Es normal, en los equipos grandes pasa eso. Los clubes así pasan etapas y en ese tiempo me tocó una situación difícil. Tuve varios técnicos en dos años y medio. En toda esa transición, con jugadores consagrados, llegó Zamorano, Luis Hernández, muy buenos jugadores, pero lamentablemente nos quedamos a la mitad del camino”, explicó, al tiempo de agregar que “me hubiese encantado ser campeón con América. Haber sido campeón en el Azteca debe ser maravilloso. No me tocó esa posibilidad. Creo que a muchos de esos jugadores no les tocó ser campeón”, sentenció.

ADN AZULCREMA

EN pleno festejo por el centenario de la fundación del Club América, Fabián Estay aprovechó para felicitar a la afición de este equipo, y confesó haber entendido de qué se trata la filosofía americanista, la cual considera que se basa en buscar ganar de forma convincente en todo momento.

“Felicito a América en su Centenario. Es una grandísima institución. El americanismo se basa en ser un equipo que gusta, que gana y que golea. Es lo que pienso del americanismo”, aseveró, y añadió que “la gente es muy exigente y quiere espectáculo. Hoy se han conseguido títulos de forma heroica, de forma más equilibrada y perdiendo Clásicos con Mohamed, y al final con la copa. Creo que la gente se queda contenta con campeonatos, pero el americanismo me parece que pretende ser un equipo espectacular”, remató.

Hoy, la experiencia de Fabián como ex jugador y analista, en conjunto con los pasajes vividos en su etapa por el cuadro de Coapa, le permite poder ser una voz autorizada y conocedora de lo que implica el ADN de las Águilas y la forma en que sus seguidores desean ver el funcionamiento de su equipo.

LIBERTADORES, EL MEJOR RECUERDO

Una Copa Libertadores inolvidable para América fue la que jugaron en el año 2000, en donde hicieron un gran papel y fueron eliminados dramáticamente por Boca Juniors en la semifinal.

En el equipo que participó en ese torneo estuvo Fabián Estay, quien platicó para El Diario de los Deportistas cómo vivió ese certamen.

“Fue muy lindo. Perdimos la posibilidad de la final en la Bombonera. Veníamos muy bien encaminados; habíamos eliminado a América de Cali y a Bolívar en la altura. Fuimos a la cancha de Boca y nos sobrepasó la presión. Es diferente jugar en Sudamérica en el grado de dificultad. La afición pesa de forma diferente y perdimos 4-1 al final”, relató.

En junio del ya mencionado año, América se plantó en el estadio Azteca con una misión prácticamente imposible ante un equipo que a la postre resultaría histórico. Sin embargo, la exhibición dada aquella noche trascendió al resultado, por lo que el propio dueño del equipo, Emilio Azcárraga Jean, bajó al vestidor a felicitar a sus jugadores, según recordó el chileno.

“En el Azteca se vivió una semifinal maravillosa. Era un marco espectacular. Fue maravilloso. Bajó Emilio Azcárraga y nos felicitó a todos, estaba contento por una noche espectacular que no olvidaría nunca a decir suyo. Otros dicen, como Gonzalo Farfán, que ese partido para él fue uno de los más importantes que vivió con América desde afuera, ni siquiera como jugador había visto a la gente así de comprometida”, comentó.

Para rozar la hazaña, los jugadores de América se convencieron a sí mismos que era posible remontar, y que en caso de no lograrlo, le costaría sangre al equipo argentino pasar sobre ellos.

“Dijimos que teníamos que entregar todo. Percibimos la sensación de la gente que quería que fuéramos a una final, que podíamos revertir la situación, que ganarle a Boca vestía muchísimo”, dijo, y abundó que “se consiguió ganarle, no nos alcanzó, peor la charla previa fue de entregar todo y si querían eliminarnos, tenía que costarles sangre. Fuimos ampliamente superiores a ellos. La diferencia es que ellos aprovecharon mejor su localía”, sentenció.