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9, octubre 2016 - 22:19

┃ Alejandro Alfaro

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POR ALEJANDO ALFARO

FOTOS: OSWALDO FIGUEROA

Pensar en América sería inimaginable sin la figura de Luis Roberto Alves “Zague”. Máximo anotador en la historia de este equipo, y referente histórico indudable de los de Coapa.

Hoy, en plena conmemoración de los 100 años de fundación de las Águilas, “El Hijo del Lobo Solitario” explayó en platica con ESTO su sentir por el equipo que más veces defendió en su trayectoria como jugador y al que aún disfruta ver.

“Yo soy americanista. Nací en un vientre americanista, el vientre de mi madre ya era amarillo y azul cuando nací. Seré americanista toda mi vida”, aseveró, y añadió que “por supuesto que hoy trato de ser más analítico y más frío en cuanto a lo que ves en la cancha, aunado a la experiencia y conocimiento de saber de las entrañas del equipo. Aún disfruto intensamente cada triunfo de América”.

Y es que para “Zaguinho”, América es parte de su vida diaria, motivo por el que considera que es como llevar tatuado al club y que lo reconozcan por ello en cualquier lugar al que va.

“No hay lugar que vaya en este país y la gente no me relacione con América. Es algo inherente a mi forma de ser lo que pasa con el equipo. En cualquier parte que vaya, es como si tuviera tatuado al América y es parte fundamental en mi vida”, comentó.

Hoy, para celebrar el centenario azulcrema, Zague brindó por esta fecha especial y dedicó un mensaje a la afición crema, a la cual definió como toda una nación.

“Es una nación de americanismo impresionante. En los lugares más lejanos y menos esperados, siempre está el americanista efusivo y feliz de poder estar cerca de uno, de saludarme y pedir un autógrafo”, expresó, y agregó que “los felicito porque son parte fundamental de esos 100 años. América fue proyectado para ser un equipo ganador y polémico. América es pasión, entusiasmo y un estilo de vida”, sentenció.

LEGADO

Pocos pueden presumir a nivel familiar haber marcado la historia de un equipo de forma importante. En el caso del balompié nacional, y en específico del Club América, el apellido Alves tiene una historia que parecería insuperable.

José Alves “Zague” y su hijo, Luis Roberto Alves “Zaguinho”, marcaron época en sus respectivos pasos por el equipo azulcrema, convirtiéndose en el extranjero con más goles en la historia del equipo y el máximo anotador en los 100 años de vida del club, respectivamente.

En charla con ESTO, “El Hijo del Lobo Solitario”, habló con orgullo del legado de la familia Alves para este equipo.

“Es un legado muy grande. No fue fácil. Sabía que sería complicado el hecho de que mi padre, como extranjero, en un equipo donde se cuestiona los foráneos, llegara como un refuerzo importante”, comentó, al tiempo de agregar el orgullo que hasta hoy le hace sentir escuchar el apodo de su papá.

“Por llevar en alto la bandera del americanismo, dejó ese legado tan importante mi padre, con un apodo que, hasta hoy, cada vez que mencionan me hace sentir orgulloso. El famoso ‘Lobo Solitario’, no es cualquier cosa”, aseveró.

Y es que, a decir de Luis Roberto, a su arribo a México en los años 80, sintió la gran responsabilidad de refrendar lo hecho por su padre décadas atrás y buscó no defraudarlo a él y su familia.

“Cuando llegué, traté de dar continuidad eso, de remarcar más y hacer más profundo el nombre Zague en el América y el futbol mexicano. Hasta hoy siempre he escuchado palabras de aliento y admiración hacia mi padre. Para mí era una responsabilidad muy compleja no defraudar a mi familia y menos a mi papá”, relató.

Sin pensar en superar lo hecho por su papá, “Zaguinho” destacó el lugar que hoy ocupa en la historia americanista, así como la marca que alcanzó José Alves en su momento.

“Mi padre es hoy, el extranjero con más goles anotados en el equipo. No imaginaba superar a mi papá, traté de igualarlo. El destino me puso en una situación alentadora y gratificante de convertirme en el máximo goleador del América”, expuso, y abundó en los partidos jugados que tiene, “y no solamente eso, (los goles) porque la gente a veces se va con sólo esa finta, son más de 500 partidos jugados en América. Después de Cristóbal Ortega, que siempre he dicho que es mi referente de americanismo puro, soy el jugador con más partidos jugados en la historia del equipo”, concluyó.

COMO DIRECTIVO, SIN CULPAS 

Lamentablemente para Zague, su historia con América no fue completamente dulce. Sus etapas como directivo estuvieron marcadas por crisis deportivas en las que, a decir suyo, fue utilizado para tranquilizar los ánimos entre la afición, sin darle la oportunidad de tomar decisiones en el cargo.

“Sería bueno aclarar, aunque me quieran involucrar en eso. En mis cortos y efímeros pasos como directivo, sobre todo el último, en el que me usaron para tratar de ser un bálsamo en un equipo que tenía una crisis muy fuerte en donde estaban Michel Bauer y Jaime Ordiales al frente. Cuando llegué no hice nada, no puse ningún jugador, solamente quité un entrenador porque la situación era insostenible para la causa de Carlos Reinoso y puse a Alfredo Tena para tratar de rescatar la identidad de un equipo que la perdió totalmente”, relató, al tiempo de añadir que es la primera vez que habla sobre el tema desde su salida definitiva de la institución.

“Como buen americanista, salí y no di declaraciones. Apenas toco el tema porque creo que es bueno y válido que la gente se entere”, aseveró.

QUERÍA UN TÉCNICO DE RENOMBRE

Y es que no solamente en la etapa ya mencionada Zague se sintió utilizado. Años atrás, durante la gestión de Guillermo Cañedo en la que los azulcremas fueron coleros generales, Luis Roberto buscó tener un técnico de renombre, mismo que no fue aprobado por la presidencia del equipo.

“En la etapa previa, me utilizaron también para tratar de aliviar al americanismo. Esa fue cuando estuvo Guillermo Cañedo hijo al frente del equipo. Ganó un título, pero después, malas contrataciones y decisiones. América se fue a un bache profundo en uno de los pocos torneos cortos en ser el último lugar con la menor cantidad de puntos”, comentó, y abundó: “Nuevamente me tocó estar en esa etapa, pero sin la autonomía, ni la libertad de tomar decisiones como visualizaba lo que era el equipo, incluido la llegada de un técnico como Ruggeri, que fue determinación de Cañedo porque no quería traer un entrenador con muchas expectativas”, expuso.

Los candidatos de Zague tenían nombres del peso de Carlos Bianchi, Daniel Pasarella y Manuel Pellegrini, sin embargo, no eran el perfil que Cañedo quería.

“Yo tenía otros nombres en la lista, encabezados por Bianchi, que es mi amigo. Estaba Pasarella. Hasta con Pellegrini fuimos a hablar. El presidente dijo que no quería generar muchas expectativas al aficionado y prefería un entrenador con un perfil mediano, bajo”, relató, y confesó que “muchas cosas me duelen porque algunos aficionados me quieren achacar esas decisiones cuando yo no tuve nada que ver. Usaron mi imagen para solventar una situación difícil”, concluyó.