Luego de la terrible goleada de 7-1 propinada por el Atlético de Madrid, la situación para el Granada y en especial para el guardameta Guillermo Ochoa es crítica. El mexicano, con 23 goles en contra en ocho jornadas, es el arquero más goleado de la Liga. Granada se ubica en el último lugar de la clasificación y el panorama de cara a una posible salvación luce más que complicado.

Es un hecho que Memo Ochoa no pasa por su mejor momento. La temporada pasada, el mexicano apenas recibió oportunidades con el Málaga y ante la falta de minutos, decidió partir a un equipo donde tuviera asegurada la titularidad.

Lo que en un principio parecía un cuento de hadas, pronto se convirtió en una auténtica pesadilla. Ya el verano gris presagiaba la tormenta que se avecinaría tan solo unos meses después, cuando Ochoa se llevó siete en aquel fatídico duelo ante Chile, en Santa Clara.

Acostumbrado a brillar en Francia y en el América y tras una gran actuación en el Mundial de Brasil con la Selección Mexicana, la situación de Ochoa cambió radicalmente y con algunos errores comenzó a perder confianza, confianza que, dicho sea de paso, no ha logrado recuperar.

En un principio tuvo el respaldo absoluto del técnico Paco Jémez, incluso, pese a los errores, el técnico español lo aguantó en la titularidad. La situación en el Granada comenzó a ir de mal en peor y el estratega terminó por abandonar su cargo.

Es cierto que no todos los goles han sido culpa de Memo, la defensa también ha tenido que ver y muchas desatenciones han termino por costar caro. Sin embargo, el guardameta se ha notado impreciso y errores puntuales han evitado que el Granada se levante de la mala racha.

La situación del canterano americanista luce complicada de cara al futuro. No se sabe a ciencia cierta cuanto tiempo más lo mantengan en la titularidad, sin embargo, la reciente goleada ante el Atlético de Madrid ha encendido, si cabe el término, aún más las alarmas.