En la prueba de fondo elite, el eslovaco Peter Sagan se proclamó campeón del Mundial de Ciclismo, que se desarrolló en Doha, Qatar, y por tal razón defendió su corona al superar a dos portentos como el británico Mark Cavendish y al belga Tom Boonen.

Sagan llegó a Medio Oriente con la consigna de reeditar su título tras ganar el año pasado en Richmond, Virginia, Estados Unidos, pero la tarea no sería sencilla contra competidores de calidad a la hora de implantar velocidad y lucir en el sprint.

El trayecto en Doha de 257.3 kilómetros fue desgastante para los casi 200 pedalistas, donde 144 no lograron culminar la carrera por el intenso calor, la distancia imponente y algunos vientos incomodos.

Entre ellos se encontró el mexicano René Corella, quien pese a no terminar la prueba, vivió una grata experiencia contra los mejores pedalistas del orbe.

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Sagan cruzó la meta en cinco horas, 40 minutos y 43 segundos para colgarse la medalla de oro y superar a Cavendish (plata) y Boonen (bronce), quienes hicieron el mismo tiempo, pero en el sprint quedaron detrás para acompañar al eslovaco en el podio.

El equipo de Bélgica, bien preparado y surtido de provisiones se animó al ataque pasados los 150 kilómetros de la carrera para romper con el pelotón y obligar al resto a apretar para separar al grupo dominador.

La parte final de la competición constó de siete vueltas a un circuito de 15.2 kilómetros situado en la isla artificial de La Perla, ahí donde los favoritos, los belgas Tom Boonen y Greg van Avermaet, Cavendish, Sagan, los noruegos Alexander Kristoff y Edvald Boasson-Hagen, los italianos Giacomo Nizzolo y Elia Viviani y el australiano Michael Matthews apretaron en busca del triunfo.

No obstante, las piernas le respondieron mejor al todoterreno Sagan para quedarse con la victoria y el maillot arcoíris que lo define como campeón del mundo en el ciclismo, para culminar una temporada 2016 de forma notable.