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21, octubre 2016 - 23:27

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TIJUANA.- Dicen que perro que ladra no muerde, pero anoche en el Caliente todo fue desmentido. El líder de la competencia se dio un festín con el dueño del último sitio.

Tijuana ladró, mordió y aseguró -una semana más- la cima del campeonato, tras el 2-0 que le propinó a Chiapas.

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Milton Caraglio y Daryo Moreno fueron los artífices. Ambos movieron las redes y cazaron al Jaguar que luce sin pies ni cabeza.

Una semana más con guía canino, que de paso amarró su lugar en la Liguilla.

EL JUEGO

Los cuatro fantásticos de Tijuana volvieron a la carga ante el colero general.

Herrera le soltó la correa a Hauche, Avilés, Dayro y Caraglio. Como buena manada se entendieron a la perfección. El líder ladró desde el principio del encuentro. Moreno buscó ser el héroe fronterizo. Disparo con etiqueta de gol se quedó en las manos de Crivelli.

El encuentro se puso “perrón”. El “Demonio” Hauche hizo de las suyas. Centro preciso a la cabeza de Caraglio solamente fue tocado por el argentino, el Caliente hirvió con la anotación de Milton. ¡Gol de Tijuana!

La mordida hirió al Jaguar en su orgullo. Lastimosamente el equipo del “Piojo” fue muy superior y comenzó a jugar con los felinos. A base de jugadas impredecibles Tijuana pudo hacer el segundo e incluso hasta el tercero, la mala puntería dejó todo al descanso con el 1-0.

 

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El complemento arrancó con la misma fórmula. Los Xolos dominaron en medio campo gracias a la férrea marca de Rodríguez y la educada pierna izquierda de Gutiérrez.

El peligro continuó. Dayro se adueñó de la pelota en dos ocasiones. El momento de definir nunca llegó porque el can con el dorsal 17 no quiso compartir la presa con sus compañeros.

Sergio Bueno echó mano de su banca. Dos jóvenes Jaguares entraron al campo, Adrián Marín y Alejandro Durán mostraron ser unos “mininos”, en ningún momento fueron solución.

Chiapas decidió encerrarse en su área para no recibir más anotaciones. Grave error.

Crivelli quiso salir jugando, Caraglio se avivó y sorprendió al argentino. Dayro fue el mayor beneficiado. Tras el rebote, Moreno definió con la clase que lo caracteriza.

El tiempo se diluyó. No dio para más. Final en el caliente, el líder no solamente ladra, también muerde.

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