El Rebaño lo hizo de nuevo. El cuadro rojiblanco convocó sin solicitarlo a cientos de sus aficionados en el aeropuerto capitalino, la terminal aérea se tiñó con los colores tapatíos para recibir a sus ídolos. Por ser entre semana, tal vez la cantidad de seguidores jaliscienses no fue tanta como en otras ocasiones. Sin embargo, el ambiente de fiesta se observó.

Alrededor de 500 aficionados o más acudieron al lugar para recibir a sus jugadores con cánticos, mantas, telones y banderas. El vuelo, con origen en Guadalajara, llegó casi puntual, sin embargo, el equipo se demoró en salir al encuentro con sus seguidores.

Los presentes organizaron un pasillo para que los futbolistas pasaran sin contratiempos y caminaran hasta el autobús.

El orden se mantuvo mientras el equipo no salió. Los cánticos siguieron, más gente llegó. Luego de varios minutos el plantel comenzó a evacuar el lugar. La “Chofis” López fue el primero en caminar, Eduardo pasó sin tantos contratiempos.

El desorden llegó después, el “Pelado” Almeyda apareció por otro lado y la gente corrió a saludarlo. Matías pasó entre empujones al autobús. El pasillo se rompió.

Todos los jugadores avanzaron por su lado, el “Gallito” Vázquez se avivó y pocos lo vieron. El caos total apareció con Pulido. El atacante del chiverío fue abordado por la multitud. Alan avanzó lento entre firmas y selfies que repartió.

Al mismo tiempo el “Gullit” Peña fue rodeado por otro grupo de seguidores. Carlos caminó entre peticiones de la gente para que hiriera a las Águilas.

Marco Bueno, Toño Rodríguez, Rodolfo Cota, Oswaldo Alanís, el “Aris” Hernández, Jair Pereira, el “Tortas” Pérez, todos caminaron con mucha dificultad.

Marco Bueno fue de los que sufrió más para abordar el autobús. El delantero rojiblanco fue acorralado por decenas de aficionados. El último que apareció, batalló y atendió a sus seguidores fue Orbelín Pineda. El “Maguito” tuvo que atender a muchos aficionados.

La policía del lugar tuvo que acudir al rescate de Pineda. El antes jugador de Gallos Blancos corrió escoltado y salió del lugar. De esta forma el Rebaño llegó a la capital, suya una vez más, y se declaró listo para encarar a las Águilas.