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Mira

5, noviembre 2016 - 21:35

┃ Tonatiuh Guerra

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POR TONATIUH G. TRUJILLO

ENVIADOS ESPECIALES

GUADALAJARA.- Las Águilas la libraron.

Gracias a un golazo de Silvio Romero, América evitó una nueva catástrofe en su centenario, pues el tanto del argentino le sirvió al cuadro de Ricardo Antonio LaVolpe para igualar un duelo espectacular ante Atlas 1-1.

El tanto de los rojinegros fue obra de Edson Rivera.

Con este empate, las Águilas matemáticamente están clasificadas a la liguilla al mantenerse en el sexto lugar de la tabla general con 27 puntos; mientras los Zorros se mantiene en la décimo cuarta posición con 19 unidades.

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¡Arriba el Atlas, cab…! Fue el alarido que cimbró los cimientos de la madriguera de los Zorros, mientras el balón enfrascaba en un cariñoso abrazo en la red.

Edson Rivera fue el causante del enorme alboroto. En los minutos finales del primer tiempo, el canterano rojinegro aprovechó la endeble marca de su tocayo, Edson Álvarez para meter un cabezazo y así convertir en un manicomio su casa. Los brincos de los miles de aficionados académicos y el unísono grito de ¡gol! le enchilaron hasta las plumas a las Águilas, quienes gracias a Moisés Muñoz se habían salvado.

El cancerbero americanista salió en su mejor noche, pues un par de jugadas previas a la anotación de Rivera sacó una pelota de la línea de meta, pues con la punta del pie desvío el esférico, el cual pegó en el poste para culminar entre sus brazos, jugada que el “Bigotón” celebró, pues después de unos primeros veinte minutos en los que su equipo dominó por completo a los locales y tuvo la oportunidad de irse adelante en una jugada donde Oribe Peralta se “durmió” y la zaga logró reponerse; las Águilas se convirtieron en un equipo endeble y muy predecible, pues las llegadas y centros de Arroyo e Ibarra eran cortados por una zaga excelentemente bien dirigida por Rafael Márquez, al grado de que Ustari tuvo poca actividad.

Los rojinegros como de costumbre vinieron atrás, pues luego de ser dominados por la visita, emparejaron las acciones del encuentro en base a la garra y coraje, características que América no tiene. Tanto fue el deseo de los académicos por ganar que le “apedrearon el rancho” a Ricardo Antonio, quien caminaba de un lado a otro con la vista clavada en el césped.

El silbatazo de Garcia Orozco detuvo la desesperación e impotencia de los de Coapa.

¡SALVADOS!

Para el complemento LaVolpe quemó su segundo cambio: el primero fue forzoso por la lesión del “Chepe” Guerrero, pero el segundo fue para mejorar tácticamente, así que le dio ingresó a Carlos Rosel por Michael Arroyo, pero el movimiento no le suertudo efecto, ya que el Profesor Cruz los tenía bien estudiados y el dominio continuó siendo de los Zorros.

Una y otra vez los locales tocaron la pelota de un lado a otro “paseando” a los de Copa, quienes comenzaron a desesperarse y las tarjetas amarillas se hicieron presentes.

Con el paso de los minutos, las individuales azulcremas intentaron sacar a flote el barco.

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Renato Ibarra desparramó a la defensa de Atlas y al llegar a los linderos del área sacó un riflazo que se estrelló en la base del poste y recorrió la línea de meta. La suerte le sonrió a los académicos; mientras a los visitantes les hacía una mala pasada.

Un tiro libre le abrió las puertas a las Águilas de remendar el mal partido que estaban disputando.

Rubens Sambueza envió un centro potente al corazón del área, Oribe se elevó en el cielo tapatío y empujó el balón dentro de la meta de Ustari, situación que enloqueció el Jalisco, pero la bandera de Carlos Salinas decretó una falta del artillero americanista, por lo que Garcia Orozco anuló el tanto del “Cepillo”, quien ni reclamo.

El final del encuentro no fue apto para cardiacos, pues el duelo se convirtió en un vaivén de emociones donde Atlas y América sacaron su mejor repertorio.

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El duelo agonizaba y la derrota parecía un hecho en el Nido, pero Silvio Romero, quien entró de cambio salvó los bigotes de LaVolpe.

Romero midió la pelota, acomodó el cuerpo y con una magnifica volea mandó el esférico al fondo del marco de Ustari, quien solo fue un espectador más en tremendo ¡golazo!

El empate hizo que los últimos minutos ambas escuadras jugarán al limite, lo que mantuvo a los seguidores al filo de la butaca, hasta el silbatazo final de Roberto García Orozco.

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