Históricamente el choque entre Estados Unidos y México posee varios contextos. En el plano futbolístico, los gringos le han tomado la medida al Tricolor en las cuatro ocasiones que han visitado Columbus, cuatro victorias que están enmarcadas y no sobrepasan otros límites, el odio y la guerra solamente quedan en el terreno de juego.

“Sí (es una guerra), este juego tiene este sentido porque  Estados Unidos nunca quiere perder con México y viceversa, eso se siente en los dos lados”, dijo un entusiasta Omar González.

El también jugador del Pachuca, recordó que el aborrecimiento hacia México es durante los 90 minutos y no antes o después como se puede creer.  “No odio a México, pero no quiero perder contra ellos, soy mexicanoamericano, tengo mucha familia allá, es un juego importante para mí, entonces no odio a los mexicanos, hay mucho respeto, y solo hay que jugar con todo mi corazón”, expuso.

También puedes leer: Yarbrough deja a un lado su amor por México

González es otro de los tres “mexicanos” con los que Estados Unidos echará mano, por lo que tiene sentimientos encontrados.  “No pienso en odio en estos juegos, son competitivos, ellos quieren jugar por su país y nadie quiere perder, así es el sentimiento. El duelo es importante para mí, lo verá mi familia, pero yo estoy con los Estados Unidos”.

Con casi 18 grados Celsius en la ciudad, el jugador de los Tuzos espera que ésta se enfríe para jugar más cómodos.   “Ojalá así sea, pero  no creo que sea un factor, será una noche muy buena para el futbol”.

González reconoció la magnitud de jugar en esta plaza donde Estados Unidos ha ganado en cuatro ocasiones por el mismo marcador de 2-0 contra el vecino del sur, así que desea seguir con la costumbre que data desde el 2001.

“Es uno de los lugares donde tenemos muchos aficionados americanos, es una ventaja para nosotros. Los dos vienen con equipazos, no sé cómo será el juego hasta que esté jugando, pero  tenemos que estar fuertes, correr y tener más energía”.