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14, noviembre 2016 - 11:30

┃ José Luis Camarillo

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Su hijo Dylan ya tiene siete años de edad, pero no deja de buscar el regazo materno. Es común verlo dormido en brazos de la campeona universal supermosca del WBC, Zulina “Loba” Muñoz, así haya concluido una dura contienda o que ella termine una extenuante sesión de gimnasio.

Convertida en uno de los máximos orgullos deportivos del estado de México, la chica nacida en San Vicente Chicoloapan platicó con ESTO sobre lo que se aprecia como un papel harto complicado de madre y embajadora del boxeo femenil en el orbe, como la designó Mauricio Sulaimán Saldívar en la IIConvención Anual dedicada a las mujeres del Consejo Mundial de Boxeo, en enero pasado en Tijuana.

“Doy gracias Dios, que me he dado la oportunidad de que mi hijo me acompañe en todas las peleas”, manifestó.

Sus ojos refulgían por el gusto de tocar el tema: “Es una motivación tenerlo en primera fila (junto al ring), todo lo que hago dentro del boxeo y lo que trato de lograr es para darle una mejor vida a mi hijo”.

-Recordamos que hiciste un discreto paréntesis en tu carrera, cuando él vino al mundo.

“Sí, fue el lapso de un año cuando salí embarazada. Es de las mejores cosas que me han pasado; creo que mi hijo trajo la torta bajo el brazo ya que desde que está a mi lado, he ganado cuatro distintos títulos: el juvenil, el plata gallo, el plata supermosca, y el absoluto; además, ya alcanzamos la décima defensa triunfal”.

-¿Cómo haces para cumplir con tan demandantes tareas de mamá y una profesión tan exigente y celosa como es el boxeo?

“Es difícil, creo que dentro del boxeo y en cualquier otra profesión, ser mamá y a la vez estar trabajando, quieras que no, en lo personal me obliga a dejar a mi hijo algunas horas, pero en el tiempo que estoy con él, trato de brindarle el ciento por ciento, darle la mejor calidad de atenciones. El tiempo no puede recuperarse, pero nos la hemos pasado bien, tengo el total apoyo de mi mamá y mi papá para dar atención a los cuidados de Dylan”.

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GRADUADA EN AULAS

-Zulina, sabemos que tienes dos títulos aparte del boxeo.

“Soy enfermera, y este año me titulé como licenciada en acondicionamiento físico. Ahorita estoy viviendo ciento por ciento del boxeo; sin embargo, estoy consciente de que esto no es para siempre y tenía que preparar algo extra para cuando decida retirarme, tener algo para sacar adelante a mi hijo.

“La última licenciatura la obtuve en el Instituto de Estudios Superiores de Ingeniería Educativa, cuya sede está en Puebla. Yo asistía a (campus) Naucalpan, es una carrera que me gusta mucho, ya que viene muy ligada a lo mío, al deporte.

El boxeo, creo, es como un vicio. Ya que te metes no te puedes zafar. Qué mejor que continuar dentro de él, pero mejor preparada. Espero quedarme un buen tiempo dentro del boxeo, pero tener un apoyo extra para más adelante; no me gustaría irme de aquí, me gusta mucho. Quiero tener las bases suficientes para hacer las cosas mejor”.

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EL PEOR CABEZAZO

“La Loba” mostraba este domingo las huellas de la ríspida pelea sabatina en la que derrotó ampliamente por puntos a la recia venezolana Carolina Álvarez, con lo que revalidó su corona por décima ocasión.

Con ello, empató la marca de defensas victoriosas en forma consecutiva del trono de las 115 libras que impuso Ana María “Guerrera” Torres.

La marcada protuberancia (chichón) en su frente y lo inflamado del puente de su nariz, fueron producto, según afirmó, de los choques accidentales de cabezas con su más reciente adversaria.

-¿Has sufrido cabezazos peores?

La campeona sonríó al responder.

“El peor cabezazo que recibí fue contra Gabriela Bouvier, en la primera pelea que hicimos. Disputamos el plata supermosca; ese sí estuvo, como dicen, ‘de cárcel’, fue donde comienza el cuero cabelludo. Me mareé mucho, tuvieron que darme el tiempo reglamentario para reponerme. Éste (contra Carolina Álvarez), es el más fuerte que me han dado en la nariz”.

Venías de noquear en forma espectacular a Vanesa Taborda. ¿Por qué resultó difícil tu combate del sábado en Hermosillo?

“Carolina Álvarez, como lo advertí antes de la pelea, es una deportista muy fuerte y venía muy bien preparada. Todas las de campeonato del mundo son difíciles, mis retadoras están apostando al todo. Piensan ‘si gano, me voy a los cuernos de la luna; si pierdo, lo hice contra una campeona’. Eso siempre lo hemos sabido mi equipo y yo, así que no nos queda más que seguir trabajando duro en el gimnasio, ver lo que hicimos bien, lo que hicimos mal, y corregir los errores o mejorar las cosas que nos salieron bien”.

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MÁS METAS

-¿Cómo vislumbras tu porvenir inmediato?

“Una de mis metas y que me encantaría alcanzar, es ser campeona Diamante. Si el Consejo Mundial de Boxeo me diera la oportunidad, con gusto la agarraría, pero tengo más proyectos, como es tratar de hacer más defensas en peso supermosca hasta que el doctor Alejandro Ayala y mi equipo decidamos subir de división. Me gustaría ser campeona mundial en la división gallo, tengo mayores metas y sueños dentro del boxeo y no ha pasado por mi cabeza el retiro. Hay ‘Loba’ para rato”.

 

LAMAZÓN LO PIDIÓ

El manejador Mauro Ayala nos aseguró que la Comisión de Box del Estado de México que encabeza el licenciado Juan José Herrera Rodríguez está por entregarles el certificado que avala el palmarés exacto de Zulina.

La petición la hizo el experto Eduardo Lamazón a los Hermanos Ayala, ya que considera extraordinarios los números que ha acumulado la mexiquense en su carrera profesional.

“El reciente sábado cumplí la pelea 60, con una sola derrota, dos empates, 57 ganadas, 38 de ellas por nocaut. La verdad, estoy muy agradecida con Dios, con la vida, con mi equipo, con mi familia. Cuando vas haciendo las cosas bien, solitas se van acomodando y pues ahí están los resultados. Nos ha ido muy bien y espero que sigamos igual. Trato de poner el ciento por ciento en el gimnasio, hacerle caso a los profes Ayala como si fuera una novata todavía. Si me dicen que debo correr 10 minutos o una hora, acatar siempre las instrucciones. De verdad, me siento muy a gusto con ellos”.