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Mira

20, noviembre 2016 - 22:37

┃ Miguel Angel García

nota-toros-santiago

POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

FOTOS: ALEJANDRO VILLA

La ganadería de Las Huertas, propiedad de Rodrigo Barroso Cañedo, regresó a la Plaza México luego de 21 años de ausencia y lo hizo de manera grandiosa con una novillada que no dejó duda del extraordinario trabajo que se está realizando en esta casa ganadera que luce la divisa oro, negro y amarillo, asentada en el estado de Hidalgo. Si bien los novillos tenían más tela para el lucimiento de los toreros, no hay que olvidar que los coletudos están comenzando a desarrollar su toreo. Pero en definitiva el ganado de Las Huertas ha sido una prueba bastante exigente para la terna; la mayoría de los astados se llevaron los aplausos en el arrastre, mientras que al final del festejo, el ganadero fue llamado al tercio por los aficionados, donde se le retribuyó con fuerza el comportamiento de su encierro.

Los novillos fueron Chachito, Recuerdo, Don Chacho, Regreso, Palomino y Molujo, siendo éste último el más hecho. Todos se dejaron meter mano sin problema, destacándose por su raza; el primero, segundo, cuarto y sexto fueron aplaudidos en el arrastre. Y todos se fueron con las orejas al destazadero derivado de las fallas con la espada que todos los toreros tuvieron.

 DESIGNACIÓN DEL JURADO

Y como máximo triunfador de la Temporada de Novilladas, Duelos Taurinos, Soñadores de Gloria, en su modalidad sin picadores, fue designado Ricardo De Santiago, quien ayer tuvo dos estupendas actuaciones destacándose por mucho en toda la tarde. Aunado a su pasada actuación, el jurado decidió que De Santiago sumó lo más contundente, logrando unificar los criterios. Y pese a que Tato Loaiza salió a hombros en su primera comparecencia, ayer regresó las dos orejas derivado de una actuación que no fue ni la sombra de lo que había mostrado.

BRILLANTE ACTUACIÓN

A la altura de esta exigente divisa, estuvo Ricardo de Santiago, quien mostró lo que pidió la ganadería: firmeza y valor. De mucha emoción fueron las verónicas que ligó De Santiago ante su primer enemigo, para luego salir Fonseca y echarse el capote a la espalda en quites. Retrucó Ricardo por chicuelinas igual de estoico, echándole condimento artístico. Y en banderillas, De Santiago escuchó música en las alturas tras colocar tres pares excelsos, al galleo y cuarteo como lo hacen los grandes.

Inició su trasteo hincado, exponiendo como espartano hasta que fue desarmado. Con la muleta dejó de manifiesto que su valor está muy por encima, pero no peleado con el toreo de calidad. Así lo demostró al torear por ambos lados, llevando embebido al astado en su muleta, elaborando series de buen trazo. Terminó embarrándose al novillo por bernardinas. Estocada delantera que no bastó y concluyó de certero descabello con previo aviso. Aplausos al novillo al tercio el torero.

Tras el salto al callejón de su segundo novillo, Ricardo se plantó para ligar lances, pero destacaron los realizados a la limón con Fonseca, por chicuelinas, pasando el astado por en medio de la dupla formado una cuadro espectacular. Y con banderillas De Santiago armó la escandalera a lo grande, dejando el tercer par pegado a tablas más comprometido que novio de pueblo. Ya encarrerado, tras el brindis a todos, ligó una primera serie por derecha que impacto, bien embraguetado y estirando el brazo. Luego, ahí mismo en el tercio, cambió al natural para ejecutar una tanda soberbia, pero en el remate el astado le dio una voltereta de muerte y ya en la arena el toro se lo llevó hasta el estribo del redondel donde le propinó una zapateada que lo dejó semiinconsciente. Se repuso y volvió a la carga como si nada hubiera pasado, toreando al natural ahora por puerta de cuadrillas. Dejó adornos como dosantina y manoletinas con un colofón de muletazos de pitón a pitón. Pinchazo y estocada que bastó, pero el puntillero lo levantó y tuvo que usar el descabello varias veces y se salvó del tercer aviso. Aplausos al novillo en el arrastre, al tercio el torero.

 A MEDIAS

El primero de Isaac Fonseca fue protestado por salir mermado de los cuartos traseros, el juez aguantó la protesta y al término del tercio de banderillas el astado ya estaba repuesto. Isaac se fue al centro del ruedo tras brindar su faena al cónclave para citar y ejecutar tres péndulos. La labor del novillero se formuló con altibajos, logrando sus mejores momentos por puerta de cuadrillas y consiguiendo tandas donde dejó ver hechuras de calidad. Estocada que no bastó y descabello certero. No se salvó del aviso. Aplausos al novillo, al tercio el novillero.

Nuevamente hubo quites al alimón entre Fonseca y Ricardo en el segundo novillo de Isaac. Con la muleta no consiguió lo deseado, estuvo machacón, pero la gente le agradeció más cuando se fue a cambiar la espada simulada por la de acero y ya llevaba un aviso. Estocada y un sinfín de descabellos más otros avisos. Aplausos al novillo.

REGRESÓ LAS OREJAS

Tato Loaiza se mostró emprendedro con la capa, pero la historia con la muleta fue muy diferente, ya que el coletudo no se entendió con su oponente, no le halló la cuadratura. Se puso pesado con la espada y se retiró entre abucheos. Los aplausos fueron para los despojos del novillo. A su segundo lo espero a Portagayola seguido de tres largas cambiadas y chicuelinas, Tato salió por todas las canicas. Y cerró su intervención con la capa echándosela a la espalda bien plantado en la arena. Y se animó a poner banderillas, más con ganas que con tino. Con la muleta y teniendo un astado de ideas serias, Tato navegó sin brújula, dándole todo el crédito al astado que lo dejó al descubierto. Y ya teniendo al enemigo muy para arriba, estoquearlo fue una pesadilla. Abucheos al torero, aplausos al toro.

 

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