Sergio Pérez está por firmar el domingo su mejor temporada en la Fórmula Uno, en un curso en el que ha conseguido posicionarse como el mejor piloto mexicano en la historia al conseguir dos podios de tercer lugar en los circuitos de Mónaco y Bakú, y está ubicado en la séptima posición en el Campeonato de Pilotos con 97 puntos, únicamente por detrás de las escuderías de Mercedes, que continúan su dominio en el Gran Circo, la de Red Bull, que ha demostrado que el próximo año tiene como prioridad acabar con la hegemonía de las Flechas de Plata, y los Ferrari, que buscan a toda costa mantener la tradición de un equipo ganador; pero que hasta el momento no han podido conseguir y siguen dando tumbos en cada carrera que se suben al coche, ya que las expectativas son grandes, pero acaban con una gran desilusión. Además, con los puntos logrados ha contribuido de manera importante para que la escudería trate de mantener el cuarto lugar en el Campeonato de Constructores.

EL MEJOR AÑO

Checo tenía desde el inicio de la temporada el gran reto de demostrar que ya superó la etapa en la que lo llamaban piloto inmaduro e irresponsable, ahora venía el compromiso no sólo de hacer grandes carreras, sino de subir al podio y conseguir puntos; así de complicada era la labor del piloto tapatío, pero gracias a grandes actuaciones, es como lo ha cumplido con creces, superando las expectativas que se tenía a principios de temporada.

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El séptimo lugar que ostenta en esta temporada 2016 ha sido producto de intenso trabajo en equipo y el excelente desarrollo que ha tenido sobre las pistas del mundo, en las que ha derrochado calidad y demostrado que tiene manos para aspirar a mejores posiciones, pero con un coche limitado, como el VJM08, Checo ha hecho más de lo que cualquier escéptico podría esperar.

Sus podios han representado valiosos puntos para posicionar a la escudería Sahara Force India en el cuarto lugar del Campeonato de Constructores con 163 puntos, por encima de la escudería Williams y McLaren, y únicamente atrás de las poderosas Mercedes, Red Bull y Ferrari, algo digno de destacar, ya que Pérez Mendoza con esto ha demostrado su valía.

Checo está convertido en un gran piloto y esto ha quedado de manifiesto esta temporada, luego de seis años en la Gran Carpa.

Sergio demostró desde su debut, en Australia con la modesta escudería Sauber, que tenía con qué llegar a lo más alto en la Fórmula Uno, ya que en ese entonces terminó su primera carrera en séptimo sitio; aunque después, una polémica decisión de la FIA lo descalificara. Pero desde ese momento dejó en claro lo que pretendía al llegar a la máxima categoría del automovilismo mundial.

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Luego de su paso por McLaren, en un pésimo momento para la escudería asentada en Woking, lo dejó marcado. La exigencia era más por haber llegado a un equipo de renombre, pero con un coche que no daba para mucho, Checo vivió sus peores días en la F1 y luego de un año aciago dejó el equipo con más pena que gloria, pero con mucho aprendizaje para desarrollar su carrera.

La llegada a Sahara Force India fue un bálsamo para el tapatío, ya que hacer mancuerna con Nico Hülkenberg fue más positivo para su carrera. Batallar con el coche fue cosa mínima para Sergio Pérez luego de vivir lo peor con McLaren, así que en un asiento cómodo y con mucho que ganar y nada que perder se dedicó a hacer lo que sabe y aprender, lo que ahora lo tiene en una excelente posición tanto en lo deportivo como en lo emocional.

Checo está por sellar su mejor año en la máxima categoría del automovilismo mundial, esto le abre las puertas para ir por más, ya que el reto será mayor para los próximos años. El querer llegar a una escudería de mucho más peso será difícil para el mexicano, pero se tiene confianza en poder conseguirlo, ya que no quiere dejar de cumplir su sueño de ser campeón de la Fórmula Uno. Manos, las tiene, talento le sobra; así que la mesa está puesta para que Sergio Pérez Mendoza llegue a ser un piloto de altos vuelos en la Fórmula Uno.