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24, noviembre 2016 - 18:08

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El Necaxa se convirtió, con base en un futbol práctico, en uno de los equipos revelación del presente certamen. Sus números, además de ponerlo en inmejorable zona en la tabla porcentual, lo metieron a la Liguilla, etapa a la que no accedían desde el Clausura 2008 y ese ya es un avance importante para la plaza.

Ya después, en el acomodo del primero al octavo lugar, le tocó la llave de cuartos de final ante el Pachuca, actual campeón del futbol mexicano que, salvo algunos partidos flojos, mantuvo el nivel con el que el torneo anterior consiguió el título. El equipo de Diego Alonso continúa con una dinámica que asfixia, además del orden que maneja.

El cuadro hidalguense sólo ha conocido regularidad de un par de campeonatos a la fecha y eso ha quedado manifestado en su andar. Mantuvo la base del título con Óscar Pérez, quien volvió a amagar con el retiro pero que continúa como uno de los pilares en el acomodo del sector defensivo. Es como si Alonso tuviera un auxiliar sobre el terreno y esa es una gran ventaja. Por los Tuzos no estará Érick Gutiérrez, pero igual tienen otros elementos como Víctor Guzmán, quien pueden cubrir esa importante zona de la cancha.

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Los Rayos nunca han ganado en Liguilla desde que se mudaron a Aguascalientes, situación que puede cambiar para 2016, en el que el equipo de la familia Tinajero, bien dirigido por Alfonso Sosa, ha roto con muchos de los paradigmas que hay en los cuadros recién ascendidos. Además, podrán contar con su mejor jugador, Edson Puch, después de que la Comisión Disciplinaria le quitó el castigo tras la expulsión en Guadalajara. Que el chileno sea parte de esta serie le genera mucho a este equipo en busca de dar una de las primeras sorpresas de las finales.

Hay que decir que el Necaxa no es Puch y diez más. Aunque el andino es pieza clave, lo que ha logrado Sosa en funcionamiento va más allá de lo individual. Este equipo se ha convertido en uno de esos grupos que entendieron a la perfección su posición y la trabajaron hasta llegar a un nivel óptimo.

El árbitro para este juego es Érick Yair Miranda, quien tendrá que estar atento a la velocidad de las jugadas, al ser dos equipos que tienen vértigo en sus ataques. Tendrá que estar atento, además, a lo que suceda con Hirving Lozano, uno de los jugadores que más faltas recibe en el futbol mexicano, algo que ya ha sido una queja constante de Alonso y su cuerpo técnico.

En el partido de la temporada regular, los Tuzos vencieron a los Rayos por la mínima, con gol de Stefan Medina, en un duelo apretado y que por momentos se cargaba en favor de los locales. Ahora los hidalguenses tienen que pisar el Victoria frente a una de las escuadras más motivadas del balompié mexicano, que tiene todo que ganar después de los gigantescos pasos que ha dado en este Apertura 2016 para su permanencia.