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24, noviembre 2016 - 21:51

┃ Miguel Angel García

Nota-Toros-llaguno

La ganadería de José Julián Llaguno regresará mañana a la Plaza México, tras una ausencia de más de 20 años, escenario donde tanto para toreos como ganaderos cobra un sentido de responsabilidad y sobre todo de gran ilusión.

Emblemático hierro reconocido y conocido por la seriedad, bravura y presencia de sus toros, José Julián Llaguno ha sido rehusado por toreros y propios empresarios, debido a sus credenciales. Sin embargo, es una dehesa que cuando se le torea con firmeza es bastante agradecida.

Don José Julián Llaguno, pilar de la cabaña brava mexicana, falleció este año a la edad de 90 años. No obstante, sus herederos continúan lustrando el brillante historial de la divisa verde, amarillo y rosa y vaya homenaje con que se recordará a este importante criador de toros bravos que con un encierro digno del hierro.

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PASO POR LA HISTORIA

Gracias al juego de sus toros, la ganadería zacatecana acaparó los titulares con triunfos relevantes durante su glorioso paso por la Plaza México desde su presentación el 22 de mayo de 1960. Esta divisa es en uno de los hierros a cuyos toros les han cortado más orejas en dicha plaza; además que muchos de los astados han sido de arrastre lento o vuelta al ruedo.

Una de las tardes más emblemáticas tuvo lugar el domingo 29 de noviembre de 1992, cuando se lidió un encierro de cinqueños, aplaudido por su presentación al que luego premiaron como el mejor de dicha temporada. Originalmente se anunció una tercia, pero quedó en un mano a mano entre José María Manzanares y Mariano Ramos (QEPD), quien toreó magistralmente a Campero, galardonado como el mejor astado. Ese día José Julián Llaguno (QEPD) fue paseado en hombros al terminar la corrida.

Dentro de los triunfos más sonados quedan en la historia el que consiguió el 6 de enero de 1974 el fallecido torero Mariano Ramos, quien indultó a su rival de nombre Abarrotero. En el renglón de las tardes gloriosas también se recuerdan las faenas de orejas y rabo de Joselito Huerta, la primera, al toro Rebocero, en la corrida celebrada el 31 de enero de 1971; además del trasteo instrumentado a Huapango, el 28 de enero de 1973.

José Julián Llaguno regresará a la plaza más grande del mundo como una leyenda viviente, prueba y realidad de la crianza del auténtico toro bravo, del que pelea, emociona e inspira respeto.

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LOS INICIOS

Según los datos de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, al fallecer don Julián Llaguno González el 4 de abril de 1956, don José Julián Llaguno Ibargüengoitia, en la fracción que le correspondió, fundó su casa ganadera con vacas y sementales de Torrecilla. Debutó en El Toreo de Cuatro Caminos el 23 de febrero de 1958: Seis toros para Antonio Velázquez, Anselmo Liceaga y Joselito Huerta, con quien ese año hizo una mancuerna extraordinaria, pues el 14 de septiembre en Ciudad Juárez, Chihuahua, El León de Tetela obtuvo cuatro orejas y un rabo; y el 19 de octubre cortó otro rabo al toro que le correspondió en la corrida de la Oreja de Oro, tarde en que alternó con Luis Procuna, Manuel Capetillo, Humberto Moro, Alfredo Leal y José Ramón Tirado. En esa misma plaza, al año siguiente, Alfonso Ramírez Calesero, con una cornada recibida en el toro que abrió plaza, se llevó los máximos trofeos en el cuarto de la tarde. Así fueron los inicios de esta ganadería que ha cosechado muchos triunfos en sus casi 45 años de vida. Se presentó en la Plaza México el 22 de mayo de 1960, seis toros para Luis Procuna, Manolo dos Santos y Guillermo Carvajal. En 1997 después de analizarlo mucho agregó 11 vacas de Jandilla; así como semen de Juan Pedro Domecq, Jandilla y Torrestrella, con lo cual realizó experimentos genéticos. Don José Julián, además de la tierra, heredó del padre la casta, la pasión, el cariño, la entrega y los conocimientos para criar toros bravos que, a la vez, transmitió a su hijo José Miguel el amor por la tierra y el toro bravo y es quien actualmente maneja el rancho, mismo que refleja el esfuerzo que se ha realizado para superar las terribles sequías que han azotado a la región; sin embargo, de forma científica se las arreglan para sacar adelante a sus más de 300 vientres y camadas. En esta casa se puede admirar a su majestad el toro bravo en toda su expresión.

 

CONTINÚA PROMOCIÓN

Como se anunció, para las corridas que se celebrarán el próximo fin de semana en el Coso de Insurgentes, se ofrecerá una atractiva promoción. Para todos los aficionados que adquieran su boleto de la corrida del 26 de noviembre, en la que actuarán Arturo Saldívar, Juan Pablo Llaguno y Ginės Marín, se llevarán sin costo otro boleto de la misma localidad para el festejo dominical del 27 de noviembre en la que harán el paseíllo Fermín Rivera, Sergio Flores y José Garrido.