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30, noviembre 2016 - 23:29

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“Glorias del Deporte Cubano honrando a nuestro querido Comandante, nuestro inspirador y nuestro guía. Siempre estará en el corazón del Pueblo cubano. Hasta siempre Comandante.

¡Te queremos!”

Con estas palabras, Ana Fidelia Quirot (s) hizo referencia al compromiso del deporte y los atletas cubanos ante su líder Fidel Castro, durante la ceremonia luctuosa.

Ana, Javier Sotomayor, así como un puñado de destacados exponentes de excelencia, dieron las condolencias al pueblo por la partida de su guía, y es que en ellos la frase “Hasta la victoria siempre” fue contundente, jamás se dejaron vencer en los concursos, nunca agacharon la cara antes sus rivales, siempre altivos, seguros, rayando con los colores de la bandera cubana los escenarios de competencia.

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Ana Fidelia es un milagro del sistema del deporte de su país, sobre todo tras el doloroso accidente que por momentos se pensó que acabaría con la vida deportiva de la corredora. Pero jamás bajó las manos y tampoco las autoridades, así, su regreso fue glorioso y la llevó a encontrarse con la medalla olímpica tan anhelada en Atlanta 1996.

Pero no solo la velocista, junto con Javier Sotomayor, Teófilo Stevenson, entre muchos izaron la bandera cubana en lo alto en el mundo, en los cinco continentes, también Cuba abrió las aduanas para alojar los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe en 1982, donde demostró ser un trabuco al ganar 282 medallas.

Entonces, la apertura de los Juegos se dio en el Estadio Pedro Marreo y Santiago de Cuba.

Para después dar cabida a los Juegos Panamericanos en La Habana en 1991, entonces el presidente de la Organización Deportiva Panamericana era Don Mario Vázquez Raña y el comandante Fidel Castro, presidente de Cuba y Juan Antonio Samaranch, titular del COI, encabezaron la apertura del magno evento que contó con la asistencia de 39 naciones.

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La cosecha de medallas favoreció a los cubanos, después estuvieron los estadounidenses, canadienses, brasileños y mexicanos.

En esos días de agosto, la isla de Cuba sonrió al mundo, los deportistas escribieron sus hazañas y los trovadores inundaron con sus cantos La Habana.

El comandante Fidel Castro aparecía en las competencias a entregar medallas, una de las favorecidas fue Ana Fidelia, entonces entrenada por Blas Beato.

Sin duda, el deporte fue un gran productor de victorias en la era del comandante Fidel Castro, no solo de los enmarcados en el programa olímpico, donde resultaron de excelencia como el beisbol, y en boxeo arrasaban.

Ayer, las Glorias del deporte cubano rindieron un homenaje al creador de la excelencia en sus vidas para alcanzar la inmortalidad . (Rosalinda CORONADO, Fotos Facebook)