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Mira

3, diciembre 2016 - 23:16

┃ Miguel Angel García

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POR MIGUEL ANGEL GARCÍA

FOTOS: ALEJANDRO VILLA

EL torero queretano Octavio García “El Payo” ha manifestado una personalidad intensa y una concepción del toreo pura. La gente celebró esta oreja como si fueran dos.

El mano a mano entre los toreros Octavio García “El Payo” y Sebastián Castella terminó con el corte de una oreja y la salida triunfal del rubio diestro mexicano, ayer en la quinta corrida de la temporada 2016-2017 de Toros en La Plaza México.

Ha sido una tarde entregada para ambos toreros, pero el ingrediente toro quedó a deber, ya que les faltó fondo, pese a que los bureles tenían la nobleza para asistir al engaño.

Tras su paso por España este año, “Payo” se notó más maduro, dispuesto; sobre todo haciendo un toreo suave y cadencioso que llegó hondo al público en el tendido.

Más que claro fue que la presencia de Sebastián Castella, que convoca al público en La Plaza México en un tarde que terminó en un mano a mano, por la lesión de Luis David Adame, quién sigue recuperado a consecuencia del accidente sufrido en Aguascalientes.

La entrada ha mejorado notablemente en relación a los dos anteriores fines de semana en donde el público llegó en al menos casi hace la media entrada.

Los toros de San Isidro tuvieron comportamiento diverso y destacaron por nobleza el segundo y sexto para “El Payo”, así como el primero de Castella.

Cabría destacar que la gente bajó a Octavio García “El Payo” cuando salía de plaza en su camioneta, ya que lo apapachó y paseó a hombros.

Castella, por su parte salió molestó y no comentó nada a su salida de la México.

DESCONTENTO

Sebastián Castella, con “Santito” no se empleó y sí bien fue paso a paso, no tuvo esa virtud de transmitir emociones. Castella hizo al toro y lo fue acompañando uno a uno de los muletazos, el mejor momento fue al natural, ya que ahí pudo romper; sin embargo, al no tener fondo, el toro no se pudo hacer nada más. Palmas a su labor tras estocada.

Con “Yorch”, un berrendo aparejado que se fijó en el engaño del francés, al igual que el anterior, se estrelló en la contra querencia a donde recibió un puyazo cortó.

Las chicuelinas fueron suaves y bien cantadas del público, que bajo la tarde fresca en la Ciudad de México logró manifestar la disposición de un público entregado a lo que el galo hizo en el ruedo su tauromaquia.

Sobre el hilo de la línea interna del tercio, cual estatuario, lo recibió para saludarlo con la muleta hasta en cuatro ocasiones. El toro bajó la velocidad de embestida y comenzó el aguante ante un toro pronto y picoso que fue por el engaño, transformando la alegría en mayor atención ya que se quedó, probaba con el hocico la muleta, pero se mantuvo firme por el lado derecho.

Hubo momentos en que la gente protestaba al torero y Castella terminó sepultando una estocada entera que con la labor de los enterradores hizo efecto. Palmas a labor del torero.

Con “Gabano”, toro que salió muy suelto, Castella lo sometió para alcanzar momentos importantes. Con la muleta en donde los llevó a media altura y el toro respondió con alegría, sólo que tenía el detalle de rematar arriba. El clímax de la faena, casi en los medios, fue por derecha, se pasó la muleta a la mano contraría y luego en un palmo de terreno se quedó quieto para hacerlo pasar tres veces.

Después lo cambió de terreno y le repitió la dosis. Lamentablemente pinchó, dejó media y descabello, para escuchar las palmas del público en el tercio.

GRANDE

El primero de Octavio, “Tío Mario” fue el toro ideal, el que todo torero sueña por lo despacio, tal vez con un puntito de mayor bravura, hubiera tenido mayor dimensión.

Lo cierto es que cada trazo fue suave, fue un olé seco, hondo del público que ya pide un triunfo resonante.

Es así que mientras el torero se quedó anclado, jalando del toro, este paso con obediencia y logró emocionar al público, quién se desencantó tras dos pinchazos y una estocada entera. Saludó al tercio el torero.

“Mexicano”, su segundo, bello en lamina, gran morrillo y alto. Pero solo ha sido lo mejor de él, ya que el burel, volteó contrario se fue a la querencia, no quiso pelear en la capa y en la muleta llegó mirando.

Sin embargo, el queretano estuvo muy firme, le plantó cara y uno a uno fue hilvanando los pases.

Payo decidió abreviar y pinchó; tres cuartos suficientes para hacerlo doblar, apoyado con la espada de descabellar y escuchó una aviso.

El tercero, Caporal” es el cierra plaza. Al igual que su primero el queretano se quedó plantado y logró llevarlo muy quieto. Obediente ha sido el de San Isidro que se embarcó bien y llevó despacio y metido en la muleta.

La faena va al aire del toro y el torero se deleita sobre todo cuando lo lleva por Dosantinas y lo remata con el desdén.

Ha sido una concepción distinta de Payo esta tarde en México. Mentalizado y puesto.

Dejó un estocada entera que hizo doblar al burel para ganar una oreja y tras petición de la segunda el juez la niega. Total, la grandeza ya la tiene Octavio.

RESEÑA

Quinta Corrida de la Plaza México

Entrada casi dos tercios. Toros de San Isidro, Juego desigual y diversos comportamientos. Pitos al cuarto. Destacaron el segundo, quinto y sexto.

Sebastián Castella, con “Santito”, palmas a su labor; 3.-“Yorch”, palmas; 5.- “Gabano”, Tercio; Octavio García “El Payo, con “Tío Mario; Al tercio; 4.- “Mexicano”, Silencio, tras aviso; 6.- “Caporal” oreja.

Incidencias: La gente sacó de su camioneta a “Payo” para cargarlo a hombros, pese a que sólo cortó una oreja.

 

 

 

 

 

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