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5, diciembre 2016 - 18:58

┃ Guillermo Martínez

gustavo-ayon

Ser un líder se lo ha ganado a través de los años con gran esfuerzo, dedicación y nunca rendirse.

Y esas lecciones de perseverancia lo tienen en estos momentos como el mejor basquetbolista de México.

Por lo que el mensaje de Gustavo Ayón a los jóvenes promesa de esta disciplina fue que “nunca abandonen los sueños, más bien hay que engrandecerlos día a día”.

Porque el deporte exalta valores que dejan enseñanzas para la vida.

Y cuando un atleta está en la cúspide del éxito, sus palabras son de mayor credibilidad ya que han pasado por distintas experiencias predicando con el ejemplo.

“Muchos en mis inicios se rieron de mí, pero nadie debe hacerlo porque los sueños son tuyos, tienes que vivirlos, son sagrados y deben defenderlos. Es la única manera de ser feliz y solo así puedes lograrlo. Si no eres feliz, no harás lo que te gusta hacer”.

Con sus 2.8 metros de estatura, el “Titán” de Nayarit cuenta parte de su historia mientras que los jóvenes, no mayores a los 18 años lo escuchan y admiran ante los mensajes que les va transmitiendo.

Hay pausas silenciosas ante la voz del grandote, porque así lo vieron quienes asistieron a la clínica de basquetbol y lo conocieron en persona.

Los cayos del deporte los tiene en sus poros, en su mirada, en su lenguaje que desea que todos lo entiendan y lleven a la practica.

“Trabajen y estudien. Da igual el sueño que sea. Afortunadamente tuve personas importantes en mi vida que son mis padres, amigos, familiares, pero sobre todo, por el esfuerzo que hice. Espero que se queden con algo de esta clínica y logren sus metas. Así tendremos un México y una sociedad más feliz”.

Creer en la habilidad que cada uno de los presentes posee, es otro mensaje que les dio Ayón, ya que de ahí nace la capacidad para aprender y mejorar.

“En mi primer juego estaba nervioso, pero hasta Michael Jordan lo estuvo alguna vez. Pero son buenos los que controlan los nervios, son los mejores jugadores. Cuando cumplí mi objetivo y toqué el máximo nivel del basquetbol, dije que me mantendría en ese sitio y que solo era cuestión de seguir mejorando”.

Nunca pensó en rendirse, contesta a sus nuevos seguidores.

“Incluso cuando no tenía equipo. Nunca lo hice. Pensé mejor en ver en donde podía jugar y lo fue el Madrid. El primer equipo fue Halcones de Jalapa Veracruz en 2006. De ahí siempre hacia delante. Entrenando cada día el doble de lo hecho anteriormente”.

Gustavo es un hombre confiado en lo que comenta. En su habilidad para transmitir pasión por lo que hace en el deporte, por sus logros y grandes jugadas. Adorando la situación ante quienes lo alabaron por unos instantes y desearon estar más tiempo con él.

“La mejor experiencia ha sido jugar en México el preolímpico en el Palacio de los Deportes. Ver un gimnasio con tanta gente fue algo espectacular. La duela vibraba y el escuchar tantos gritos de apoyo, es de lo mejor que he vivido”.

Después todo fue aplausos y porras para el “Titán” nayarita.