POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

A sus 14 años de edad, no piensa más que en unos Juegos Olímpicos.

Y ha comenzado a cimentar ese sueño buscando la mejor perfección de los clavados.

Así es Randal Willars, quien logró sus primeras medallas –plata individual en plataforma y en equipo – en un campeonato Mundial junior.

“Esto es el inicio de algo que espero un día alcanzar; una medalla olímpica. Para ello me preparo y además me fascina, no puedo estar fuera de la alberca, lo cual me ayuda para alcanzar mis objetivos”.

Desde los 9 años, el bajacaliforniano se instaló con el equipo de la entrenador Ma Jin.

“Cuando me dijeron que sería ella quien me entrenaría, no lo dudé y fue que me vine para trabajar a su lado. Sí dejas muchas cosas, como la familia, pero sabía que valdría la pena y mis papás también me dijeron que si ese era mi sueño, me apoyarían”.

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Así fue como empezó a demostrar sus habilidades, ya que una de sus promesas es poner en alto el nombre de México.

“Al principio estaba nervioso porque en esta competencia vi realmente lo que es el nivel internacional. Todos comenzaron a tirar bien, entonces fue que me di valor para hacer lo mejor y el resultado se dio. Fue una competencia reñida, donde solo hice lo que he estado aprendiendo”.

Randal manifestó que ha aprendido a controlar las emociones.

“Cuando estoy arriba solo dejo que todo fluya. Sabes que tienes una responsabilidad, pero siempre hay motivación antes de tirarte, corriges algunos detalles, me dicen que puedo, que tengo con qué ganar y eso me motiva”.

A su edad le gusta hacer bromas con sus compañeros, jugar el futbol que es otra de sus pasiones, además de que es un apasionado del cine.

“Disfruto las películas, le voy a los Xolos y al Barcelona. También me gusta comer pizzas. Hago una vida normal, pero los clavados son otro mundo. Ahí demuestras todo lo que sientes. La verdad no soy exigente para otras cosas, solo espero dar mejores resultados para el país”.

Sobre la competencia, argumentó que es algo diferente, donde todos tienen la impresión de que los chinos son los mejores.

“Son buenos pero demostré que estoy a su nivel. No son invencibles, tiene sus fallas y se tiran con nerviosismo. Siento que se les puede vencer, solo hay que continuar haciendo mejor el trabajo. Hay que enfrentarlos demostrando que México también es potencia”.